La historia de la Independencia de México ha sido contada de manera romántica, con héroes y gestos heroicos que muchas veces esconden la realidad. Según historiadores, algunos episodios emblemáticos fueron exagerados o incluso nunca ocurrieron tal como se narran.
Investigaciones recientes muestran que la versión popular mezcla mitos y hechos históricos. Detalles como discursos, encuentros y motivaciones de los protagonistas suelen ser más complejos y menos heroicos de lo que se ha difundido, en MILENIO te contamos algunos de ellos.
La verdad del Grito de Independencia
El Grito de Independencia pronunciado por Miguel Hidalgo en Dolores, Guanajuato, el 16 de septiembre de 1810, es objeto de debate histórico. La frase popularizada “¡Viva México!” no está documentada en fuentes contemporáneas.
De acuerdo con el escritor y doctor en humanidades Juan Miguel Zunzunegui, en su libro El Misterio del Águila, Hidalgo probablemente exclamó “¡Viva Fernando VII!” y “¡Muera el mal gobierno!”, refiriéndose a la monarquía española y a los funcionarios coloniales. También mencionó “¡Viva la América!” y “¡Viva la Virgen de Guadalupe!” para unir a la población bajo causas comunes religiosas y regionales.
De acuerdo con el investigador Alfredo Ávila Rueda, el Grito original fue breve y cambió con el tiempo. Durante su recorrido, Hidalgo añadió exclamaciones como “¡Viva la Virgen de Guadalupe!” en Atotonilco y “¡Viva San Miguel Arcángel!” en San Miguel. La expresión “¡Viva México!” se consolidó en celebraciones posteriores, especialmente tras la Revolución.

Todos los héroes eran hombres
La idea de que la independencia de México fue una gesta exclusiva de hombres es un mito. Josefa Ortiz de Domínguez, La Corregidora, fue fundamental en la conspiración de Querétaro. Alertó a los insurgentes sobre el descubrimiento de sus planes, precipitando el inicio de la lucha en 1810.
Leona Vicario fue una informante clave para la causa insurgente Y precursora del periodismo femenino. Utilizó su posición social y sus contactos para financiar la guerra y proporcionar información valiosa. A pesar de su crucial papel, sufrió persecución y tuvo que exiliarse.
La historia oficial ha invisibilizado a muchas mujeres que contribuyeron a la independencia. Ellas no solo lucharon, sino que también actuaron como espías, enfermeras, cocineras y mensajeras. Su participación fue esencial para el éxito del movimiento.

El pueblo apoyó inmediatamente la causa insurgente
Contrario a la creencia popular, no todo el pueblo mexicano se unió de inmediato a la causa insurgente. Gran parte de la población rural y urbana se mantuvo neutral por miedo a las represalias. Muchos desconfiaban de los líderes insurgentes.
Un sector significativo de la sociedad, por lealtad a la Corona española o por los privilegios que gozaba, decidió apoyar activamente al ejército realista. Clero, comerciantes y hacendados se unieron a las filas del virrey.
La indecisión del pueblo refleja la polarización de la época. La lealtad al rey Fernando VII, la inestabilidad política y el temor a las consecuencias de un conflicto prolongado mantuviero la lucha intermitente.
La realidad, con sus matices y contradicciones, revela la participación de diversos actores y las dificultades que enfrentaron. Entender estos mitos es fundamental para apreciar la verdadera magnitud y sacrificio de la lucha por la libertad.
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