El Obispo de Celaya, Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, pidió a los tres órdenes de gobierno dar resultados en materia de seguridad en lugar de dar discursos o estar preocupándose por la percepción de inseguridad en la ciudadanía.
Esto luego de la masacre ocurrida en San Miguel de Allende a las afueras del templo de Nuestra Santísima Virgen de San Juan en Infonavit Malanquin registrada el pasado 17 de agosto y que dejó como saldo 3 fallecidos y cerca de 17 heridos.

“Hay una invitación a los tres órdenes de gobierno, pues que no solamente hagan discursos y plantemos las cosas y estemos hablando de percepciones, que si bajó la percepción, que subió la percepción de violencia, no, creo que no se trata de percepciones, se trata de dar resultados, se trata de que también nosotros nos sintamos en paz, convivamos en paz”, dijo.
El líder de la Iglesia, en su visita a esta comunidad, reconoció que este es un reto y uno de los más grandes desafíos que hay en la sociedad, por lo que hizo un llamado a reconstruir una patria ensangrentada, a un país en donde se pueda convivir y disfrutar la vida en paz, sin tener la zozobra o el miedo de que en cualquier lugar llegue cualquier persona y pueda hacer una ráfaga de balas y mate a personas que se encontraban ahí sin deberla ni temerla.
Incluso a las personas que actualmente se encuentran inmiscuidas en temas de la delincuencia o el crimen, les pidió no acercarse a los lugares concurridos para no afectar a sus familias ni a las personas inocentes que pudieran salir heridas ante cualquier posible ataque.
“A las personas que andan en cosas que no y que anden en la delincuencia u otras cosas, pues también, pues que no vayan a lugares donde, pues, están nuestras gentes, sus familias, pues disfrutando de una fiesta y en pazverdad?, y ellos van y se refugian en esos lugares, pues también creo que aquí hay parte de que nosotros también debemos tener un poco de prudencia para también ver, pues a veces (si hay) personas que tienen alguna situación, pues irnos, protegernos nosotros mismos de esas situaciones”, pidió.

Lamentó que hoy la delincuencia ya no respete la vida ni las instituciones como la iglesia o incluso las escuelas ni los centros comerciales, pues del lugar es que se podrían considerar seguros; cuestionó que hoy realmente la pregunta es: ¿en dónde no ocurren este tipo de hechos?
Por esto reconoció que los fieles al principio sí le compartían y reconocían la zozobra y el miedo incluso de que se llevara a cabo esta misa, ya que el temor era que pudieran llegar otra vez personas al lugar y disparar ráfagas de balas como la que ocurrió el pasado domingo. Sin embargo, el mensaje del obispo fue que se debe seguir en la vida y es necesario ocupar los lugares que son hechos para la sociedad.
“Tenemos que no dejarles los espacios públicos a ellos, son espacios nuestros y tenemos que seguirlos ocupando, no podemos dejarlos… llamarlos (a los habitantes del lugar) a evitar el miedo, la desesperanza y a seguir confiando y caminando y, como comunidad, protegernos y cuidarnos”, sentenció el Obispo.