Comunidad
  • Las imborrables cicatrices mexiquenses por el sismo de 2017

  • Casas, iglesias, escuelas, edificios, inmuebles privados y gubernamentales, entre otros, todavía presentan afectaciones a pesar de la promesa de las autoridades.
En 2017,  se contabilizaron 4 mil 909 planteles educativos con alguna afectación. (Foto: especial)

A ocho años de los sismos de septiembre de 2017, el Estado de México continúa cicatrizando las heridas que dejó la devastación en los diversos sectores de la sociedad. 

Casas, iglesias, escuelas, edificios, inmuebles privados y gubernamentales, entre otros, todavía presentan afectaciones a pesar de la promesa de las autoridades de resarcir los daños y así poder darle vuelta a la página.

Hay historias que aún no han sido contadas y muchas de ellas recaen en el núcleo social: familias que viven en riesgo y que se niegan a dejar su único patrimonio. Tal es el caso de los habitantes de los departamentos en la unidad habitacional Tepozanes, en el municipio de Los Reyes La Paz, quienes ocho años después viven en la incertidumbre ante el temor de un derrumbe.

En esa zona habitan más de 200 familias que día a día enfrentan el temor en incertidumbre al ver sus hogares inclinados, con grietas y separaciones de hasta un metro respecto a su construcción original.

“En toda la unidad hubo movimiento (en los sismos de 2017), por eso ya no están tan habitables, por así decirlo”, reconoció Karla, vecina del edificio 6, uno de los más dañados, pero que aún aloja a varias familias.

La joven de 28 años vive junto a sus padres y su hija. Todos ocupan un departamento del segundo piso al que llegan sorteando banquetas desprendidas del pavimento y desniveles en el área de estacionamiento.

Casas, iglesias, escuelas, edificios quedaron afectadas.
Casas, iglesias, escuelas, edificios quedaron afectadas. (Foto: Iván Carmona)

Explica que junto a su vivienda se encuentran dos complejos habitacionales declarados como pérdida total tras los sismos; sin embargo, sus dueños trataron de rescatar su patrimonio instalando vigas de acero para tratar de evitar su caída.

“En 2019 ya los departamentos estaban casi derrumbados, por eso los vecinos pusieron esa parte como soporte de sus viviendas. De hecho, aquí hubo grietas en toda la parte de la sección de hasta un metro de apertura. En tres edificios ya a la mayoría los reubicaron, porque ya estaban inhabitables. A muchos les dieron otra vivienda, pero no a todos”, dice.

Desde hace más de 20 años su familia adquirió un departamento dentro de la unidad habitacional, cercana al Metro Santa Marta, a través de un crédito solicitado al Infonavit, que debido a las malas condiciones del terreno optaron por cancelar.

“Mi edificio terminó con afectación, de hecho hubo separación con el otro edificio, pero realmente no tan grave como para reubicarnos, entonces nosotros vivimos al día”, dice y agrega: “Mis papás compraron esta casa a través de Infonavit y hubo un acuerdo para que ya no la pagaran. Realmente la dejaron así con daños”. Ahora, a casi ocho años del último gran sismo en el Valle de México, su familia se ha acostumbrado a vivir con la incertidumbre que llega cada mes de septiembre.

​En iglesias, otras afectaciones

En 2024, prácticamente siete años después de ocurridos los sismos de septiembre de 2017, se concluyeron los trabajos de restauración o reconstrucción de los espacios religiosos afectados, principalmente en municipios del sur de la entidad, entre ellos Tenancingo, Ocuilan y Joquicingo.

De acuerdo con datos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en todo el país se contabilizaron mil 850 templos católicos afectados por los sismos, de los cuales 17 son catedrales; 4 basílicas; 44 santuarios; 76 conventos y exconventos; 226 capillas; 31 oficinas o casas parroquiales; 11 espacios de formación como seminarios; mil 411 parroquias y 30 inmuebles más.

El Estado de México fue uno de los 11 estados con afectaciones importantes en sus templos católicos, además de Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz.

De acuerdo con el Informe de Templos Católicos Dañados en Septiembre de 2017, realizado por la CEM, de las 95 diócesis, en 26 se registró algún tipo de afectación. Entre éstas se encuentran las de Tenancingo, Toluca, Valle de Chalco, Texcoco, Ecatepec y Nezahualcóyotl.

En 2024, prácticamente siete años después de ocurridos los sismos de septiembre de 2017, se concluyeron los trabajos.
En 2024, prácticamente siete años después de ocurridos los sismos de septiembre de 2017, se concluyeron los trabajos. (Foto: especial)

En la Diócesis de Tenancingo sumaron 110 templos afectados; en Toluca, 32; en Valle de Chalco, 28; en Texcoco, 15; en Ecatepec, 7 y en Nezahualcóyotl, 1. Con estos datos, la entidad mexiquense se ubicó como la tercera con más afectaciones de “monumentos históricos” de carácter religioso, de acuerdo con la CEM, con un total de 275, según la evaluación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Entre ellos destaca la Catedral de Tenancingo.

Los mayores registros fueron Puebla con 448 y Oaxaca con 287; además, Morelos sumó 213 y Tlaxcala, 119. En total, mil 603 templos históricos afectados, que representan 86.64% del total contabilizado por las diócesis.

Para su reconstrucción, rehabilitación o restauración intervinieron la Secretaría General de la CEM, la Dimensión de Bienes Culturales de la Iglesia (Dibeas), las comunidades religiosas y las autoridades del INAH, la Federación, el Estado de México y los municipios afectados.

Este reporte precisa que, en el caso de la entidad, las iglesias más dañadas se ubicaron en Tenancingo, Ocuilan, Ecatzingo, Amecameca, Texcoco, Tlalmanalco, Malinalco, Joquicingo, entre otros.

La reconstrucción de estos templos requirió varios años, ya que en la mayoría de los casos se necesitaba la asesoría de especialistas del INAH. Además, se contó no solo con recursos federales, también las comunidades apoyaron con fondos propios.

Trabajos


Fue en enero de 2018 cuando la Catedral de Tenancingo reabrió sus puertas a los fieles católicos de esa región, tras una homilía del ahora arzobispo metropolitano de Toluca, Raúl Gómez González, entonces obispo de esa demarcación religiosa.

Este espacio tuvo afectaciones principalmente en las dos cúpulas que acogen los campanarios y cuarteaduras en pisos interiores. Para su reapertura fue necesario que el INAH emitiera un dictamen de aprobación.

En ese municipio también resultaron afectados, tanto en la cúpula principal como en la bóveda y muros, el Convento del Santo Desierto del Carmen; además, se intervinieron la Parroquia de San Francisco de Asís y el Templo de San Martín Coapaxtongo.

En la Diócesis de Tenancingo sumaron 110 templos afectados;.
En la Diócesis de Tenancingo sumaron 110 templos afectados;. (Foto: especial)

En Joquicingo se atendió la iglesia de La Asunción de María, que quedó parcialmente destruida, y sus habitantes tuvieron que usar una carpa para sus ceremonias religiosas durante años, hasta su reapertura en 2024.

En Ocuilan se reportó que la Parroquia de Santa Mónica sufrió el colapso de su torre campanario y grietas en la bóveda y los muros, aunque posteriormente fue completamente restaurada. 

​A este espacio se suma la Parroquia de Santiago Apóstol, que resultó con afectaciones en su parte frontal, con fisuras en el muro y el Cristo. Además, las oficinas y la casa parroquial fueron destruidas.

Estos daños no se limitaron a la región sur, también se presentaron en otros municipios, incluso en la zona oriente. La última reconstrucción concluida fue en 2024 con la reapertura de la Iglesia de la Asunción en Joquicingo, siete años después de los sismos.

Más de 270 obras concluidas


En 2024, la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, informó a través de sus redes sociales que el Plan Nacional de Reconstrucción era “la prueba viva del compromiso del Gobierno de México ante los daños ocasionados por los sismos de 2017”.

El 25 de junio de 2024, la mandataria mexiquense detalló que los gobiernos federal, estatal y municipal “trabajamos en equipo para reconstruir hogares y comunidades en 119 municipios del Estado de México, con 270 obras concluidas y 35 en ejecución, en las que se invierten 137.2 millones de pesos”.

En Ocuilan se reportó que la Parroquia de Santa Mónica sufrió el colapso.
En Ocuilan se reportó que la Parroquia de Santa Mónica sufrió el colapso. (Foto: especial)

La “discreción” de las autoridades educativas

No fueron solo las iglesias. También los templos del saber sufrieron el embate. Hasta septiembre de 2024, el titular de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de México, Miguel Ángel Hernández Espejel, indicó que aún había 50 escuelas con afectaciones. A ocho años del sismo, esta dependencia estatal no había compartido una actualización al respecto.

La Secretaría fue consultada para conocer cuántas escuelas permanecían dañadas, pero respondió que la información estaba en validación. Al corte de las 18:30 horas de ese jueves, no se había emitido ningún dato.

En el sismo de 2017 se contabilizaron 4 mil 909 planteles educativos con alguna afectación. Con la cifra mencionada por Hernández Espejel, prácticamente faltaba menos de 1% de planteles por rehabilitar.

A nivel nacional resultaron dañadas alrededor de 19 mil escuelas; uno de cada cuatro estaba en el Estado de México.

La Secretaría fue consultada para conocer cuántas escuelas permanecían dañadas.
La Secretaría fue consultada para conocer cuántas escuelas permanecían dañadas. (Foto: especial)

Con base en una solicitud de transparencia realizada por Notivox en 2023, el Instituto Mexiquense de la Infraestructura Física Educativa (IMIFE) expuso que, de 2020 a mayo de 2023, se habían destinado 5 mil 480 millones 721 mil 520.82 pesos para la reconstrucción parcial o completa de escuelas de nivel básico y medio superior en la entidad, aunque no se precisó cuántos planteles correspondían al sismo.

En el primer informe de gobierno de Delfina Gómez, del 16 de septiembre de 2023 al 15 de septiembre de 2024, se detalló una inversión superior a 342 millones de pesos en 78 obras de impacto para escuelas, sin señalar si correspondían a recintos dañados por el sismo.

“En el primer año de gobierno se realizaron 233 obras de construcción en las que se edificaron 596 espacios educativos, de los que 10 son talleres, 14 laboratorios, 220 aulas y 352 anexos, como núcleos sanitarios, bibliotecas, comedores, plazas cívicas, canchas de usos múltiples y auditorios, entre otros, para lo que se destinó una inversión de más de 632 millones de pesos, beneficiando a más de 72 mil alumnas y alumnos de todos los niveles educativos”, se leyó en el primer informe de Delfina Gómez.

Viviendas y comunicaciones


Los sismos provocaron severos daños a viviendas, infraestructura y redes de comunicación, equipamiento público de abasto, salud y educación, así como daños en bienes culturales, históricos, arqueológicos y artísticos en el Estado de México, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Morelos, Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Tlaxcala, Veracruz y Tabasco.

El Estado de México fue de las entidades más afectadas con 6 mil 59 viviendas dañadas, 4 mil 913 edificios educativos afectados y 40 del sector salud, así como 279 inmuebles considerados patrimonio histórico y cultural, de acuerdo con el Programa Nacional de Reconstrucción (PNR).

Al 31 de agosto, la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) reportó que en total se apoyó a 32 personas mexiquenses —entre ellos adultos mayores, personas con discapacidad y de origen indígena—, quienes en su mayoría recibieron apoyo para la adquisición de vivienda nueva para reubicación.

El programa se implementó en Ecatzingo de Hidalgo, Joquicingo, Tenancingo de Degollado, Atlautla, Ocuilan de Arteaga, Amecameca, Ecatepec de Morelos y La Paz. Estos municipios registran un alto grado de marginación; en su mayoría son rurales y dependen económicamente de actividades primarias.

En ese sentido, en junio de 2024 la gobernadora informó que concluyeron las obras en los municipios afectados por los sismos de 2017 y 2018.

Riesgo por sismos


El Atlas Nacional de Riesgos indica que 65 por ciento de los municipios del Estado de México se encuentran en una zona de peligro sísmico alto, mientras que otro 35 por ciento en un peligro medio. Además, la entidad se ubica en zonas B y C: la primera corresponde a sismicidad media y la segunda a alta.

En 2017,  se contabilizaron 4 mil 909 planteles educativos con alguna afectación.
En 2017, se contabilizaron 4 mil 909 planteles educativos con alguna afectación. (Foto: especial)

La zona B es de moderada intensidad, pero las aceleraciones no rebasan 70 por ciento de la aceleración del suelo. La zona C es de alta intensidad, con más actividad sísmica que la zona B, aunque sus aceleraciones tampoco superan ese 70 por ciento.

Esta regionalización se determinó mediante la combinación de registros históricos de sismos en el país, modelos geológicos, análisis de aceleración de suelo y normas técnicas de diseño.


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Monserrat Mata
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  • Reportera en Notivox Estado de México desde 2016, egresada de la Facultad de Humanidades de la UAEMex. Escribo sobre Salud, Desarrollo Agropecuario y Medio Ambiente.
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  • Lic. en Comunicación y Mestrante en Periodismo Político por la Carlos Septién. Acudo a donde se genera la información.Reportero desde 2016
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  • Egresado de la FES Aragón. Orgullosamente UNAM. Cuento historias del Valle de México desde hace 10 años. Viajo en moto y soy fan de Cruz Azul.
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