Antonio Aldeco García, Daniela y Blanca Aldeco Corona perdieron la vida el miércoles pasado en Irapuato, en el primer punto donde una sección de la locomotora impactó contra los vehículos que se encontraban cerca del cruce ferroviario. A 31 horas del accidente, sus familiares no tienen claridad sobre dónde ni cuándo podrán sepultarlos.
Adriana Pérez, nieta de Antonio y sobrina de Daniela y Blanca, narró que sus familiares estaban por llegar a los juzgados civiles cuando ocurrió el choque.

Agregó que contaban con servicios de cremación pero no pudieron proceder debido a la clasificación legal del caso, que fue homicidio culposo.
"Nosotros tenemos servicios para cremarlos pero no se pudo por eso en si no tenemos donde enterrarlos (…) como se clasificó como homicidio culposo y sería ilegal nosotros cremarlos", declaró.
La madrugada del jueves, la familia esperaba noticias sobre la entrega de los cuerpos. sin embargo, Adriana comentó que al no tener respuesta tuvieron que acudir directamente a la funeraria y fue de la manera en que entregaron a sus tres familiares hasta las 3 de la tarde.
"Los cuerpos venían a la 1 de la mañana nos pidieron la ropa con la que se iban a embalsamar a las 3 de la mañana y marcamos a las 12 y que no tenían una respuesta, que no había donde enterrarlos, no había camión, no había carrozas para ir por ellos", detalló.
Antonio Aldeco Corona, hijo y hermano de las víctimas, ha intentado buscar respuestas por parte del gobierno estatal.
"Yo me estoy comunicando con la licenciada Diana Barroso que no me contesta porque le están posponiendo Ferromex la junta que iban a tener desde la 1 de la tarde y no he tenido respuesta de qué prosigue, cómo nos van a poder ayudar con el espacio del panteón", precisó.
En un inicio, Susana Pérez familiar de los fallecidos explicó que , el gobierno del estado les ofreció apoyo para el traslado y el féretro, pero no han recibido información concreta sobre el destino final de los cuerpos.
"Hasta el momento, no se nos ha dicho nada del panteón, la respuesta es en dónde los vamos a enterrar", expresó Susana Pérez, cuñada de una de las víctimas.
"La gente nos pregunta dónde va a ser el sepelio y no tenemos respuesta. Queremos una respuesta... Han venido muchos abogados, pero no pensamos en dinero. Lo que queremos es una respuesta para enterrar a nuestros familiares, es lo que queremos ahorita", señaló.

Eduardo y Juan Carlos, amigos inseparables, fueron víctimas del accidente; "eran como mis hijos", dice su tío
En la colonia La Candelaria, los cohetes comenzaron a sonar desde temprano. Familiares y vecinos se alistaban para recibir el cuerpo de Eduardo Ramos, de 19 años, quien falleció junto a su amigo Juan Carlos, de 23, cuando una parte de la locomotora impactó el vehículo en el que viajaban. Ambos eran hijos únicos.
Sus cuerpos llegaron con horas de retraso, pero fueron recibidos con flores, lágrimas y silencio. Juana Ramos Zavala, tía de Eduardo, pidió a las autoridades municipales y a Ferromex que revisen las condiciones de seguridad en las vías, pues asegura que los vagones sueltos son un problema frecuente.
"Desgraciadamente, hoy nos tocó esta desgracia a todos, le pido a la presidenta Lorena que le llame la atención a los ferrocarrileros, porque seguido andan los vagones sueltos, a mí me ha tocado pasar la vía y los vagones están sueltos", relató.
"Hoy nos tocó a nosotros, a lo mejor mañana o pasado puede tocarle a alguien. Que no vuelva a pasar esto. Ya son tres veces. Yo trabajo para esos rumbos, cruzo la vía, y seguido andan dos vagones sueltos o un vagón suelto. Que no vuelva a pasar", aseguró.
No obstante, Juana Ramos recordó que no es la primera vez que un vagos anda suelto, por lo menos van cuatro ocasiones en que vio vagones fuera de control.

"No, yo he visto cuatro veces los vagones sueltos, sueltos, y andan descarrilados, sueltos. Le digo a mis hijos: no pasen, no pasen todavía, dejen que pasen. Dice, ‘mami, pues si no va nadie’. Nadie los va manejando. Van sueltos. Que no vuelva a pasar más", dijo.
Gregorio Ramos Zavala, dueño de una ferretería y tío de Eduardo, contó que ambos jóvenes pasaban casi todo el día con él. Mencionó que desde muy pequeños acudieron con él para que se enseñen a trabajar.
"No tengo palabras, la verdad, me siento bien mal, si supieras… eran como mis hijos. Pues llegaban a las ocho de la mañana, se van a las seis y media. Prácticamente, todo el día la pasaban conmigo", dijo.
El sepelio de Juan Carlos será este viernes en el panteón Los Olivos. Su misa está programada a las 12 del día en el templo del Buen Pastor. Eduardo será despedido en la colonia La Candelaria por sus familiares y los vecinos que vieron crecer a un joven que, sin buscarlo, se convirtió en símbolo de una tragedia que ha marcado a toda la ciudad.