Una ciudad con menos automóviles parece un sueño imposible. Aunque la mayoría de los trayectos en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) se realizan a pie, el uso del coche sigue siendo la primera opción para los recorridos largos de la ciudadanía, una tendencia difícil de romper cuando el transporte público queda a deber.
Datos del Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan) revelan la magnitud de la movilidad en la ciudad, y cómo los ciudadanos deciden trasladarse diariamente en una urbe agitada y con problemas de vialidad, donde el automóvil parece ser la solución y, al mismo tiempo, el problema.
¿Es posible para los tapatíos dejar el automóvil?
La pregunta central es si en la ciudad es posible una movilidad cotidiana sin automóvil. Para Luis Felipe Muñoz Mendoza, académico del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), más que eliminarlo, el reto está en disminuir su uso.
“Yo creo que esta es una pregunta muy ambiciosa, porque realmente, si consideramos que somos una de las tres principales urbes en el país, sería complicado decirles a las personas de un día para otro que no usen el coche. Pero en todo caso, la idea de poder hacer una reducción en su uso, yo creo que sí es factible y sí es viable”, menciona el académico.
El especialista subrayó que la ciudad ha avanzado en opciones de transporte, con tres líneas de Tren Ligero, dos de Macrobús, el programa de MiBici y los domingos de Vía Recreativa.
“Creo que sí se ha ido fomentando poco a poco este cambio, pero también es evidente que si una persona vive en Zapotlanejo y necesita moverse hasta Tlajomulco, a veces no es suficiente; de otro lado puede llegar a tomar hasta 40 o 60 minutos”.
¿Cuántos vehículos automotores hay en Jalisco?
Tan solo en la metrópoli, se cuentan dos millones 755 mil 862 vehículos automotores registrados, según el Imeplan.
Más de la mitad de los hogares, es decir, 57.8 por ciento, cuenta con al menos un automóvil, con un promedio de 1.3 coches por vivienda.
En cuanto a motocicletas, 15.2 por ciento de las casas posee una, pero 1.2 por ciento tiene más de una. Según las estadísticas, una de cada diez viviendas cuenta con ambos tipos de vehículos motorizados.
Con relación a la movilidad no motorizada, en 23.4 por ciento de las viviendas hay al menos una bicicleta, con un promedio de 1.4.
El análisis por género revela contrastes: las mujeres representan el 60.3 por ciento de quienes caminan como medio de transporte y el 55.5 por ciento de las usuarias del transporte público. En cambio, los hombres concentran el 63.8 por ciento del uso del automóvil particular y el 71.6 por ciento del uso de la bicicleta.

La magnitud del movimiento urbano es enorme: en el Área Metropolitana de Guadalajara se generan diariamente 11 millones 796 mil 386 viajes, entendidos como desplazamientos de un punto a otro con un propósito específico. En promedio, cada habitante realiza 2.4 viajes al día, la mayoría entre dos y cuatro.
Los trayectos se realizan en su mayoría a pie (43.2 por ciento), seguidos por el automóvil particular (28.1 por ciento) y el transporte público (21.6 por ciento). Estas tres modalidades concentran 92.9 por ciento de la movilidad en la metrópoli. El resto se reparte en transporte especial (2.4 por ciento), taxi (2.1 por ciento) y bicicleta (1.9 por ciento).
Transporte público no ayuda a dejar el auto
El transporte público es el tercer modo de movilidad más utilizado, según revela el Imeplan, sin embargo, las condiciones actuales todavía son un obstáculo para hacerlo más atractivo para que la ciudadanía lo considere una opción viable, señala Muñoz Mendoza.
“Muchas veces uno puede estar esperando el transporte público a las seis de la mañana y tiene que dejar pasar tres unidades porque no hay cabida; en el caso del tren, los puntos de transbordo están a reventar en horas pico y si a eso sumamos las lluvias que inundan calles y hasta líneas del tren, pues la gente siente que no es una alternativa confiable”, dice.
El académico también cuestiona la calidad de la infraestructura urbana: “Simplemente aquí por San Andrés, la calle dice que es a 40 kilómetros por hora, pero tú no puedes ir más de 30, porque hay baches; es complicado, se sigue trabajando, pero muchas veces el clima y el mismo deterioro lo complican”.

Desde su perspectiva, la solución no pasa por ampliar avenidas, sino en fortalecer el transporte público, ante el evidente incremento del parque vehicular. La Línea 3 del Tren Ligero, por ejemplo, ha sido un gran acierto porque permite cruzar la ciudad en 30 minutos; la futura Línea 4 podría ser otro cambio importante.
Para el especialista, otro gran acierto es el programa MiBici, que demuestra que es posible avanzar: “Ese programa es muy útil, porque pagas una tarifa anual y puedes moverte en tramos cortos en 10 o 20 minutos, reduces tráfico y contaminación. Si a eso se suma una integración de tarifas entre tren, camión y bicicleta, puede ser mucho más atractivo para las personas”.
Necesario un cambio de cultura vial en el AMG
Pero la infraestructura no lo es todo. Muñoz Mendoza considera que hace falta cambiar la cultura ciudadana y mejorar la seguridad del transporte público.
“Yo conozco gente que para moverse menos de un kilómetro se va en carro; caminando te tardas 15 minutos, en carro tardas 20 buscando estacionamiento, pero consideran que es más cómodo, esa parte de sacrificio o de hacer ejercicio les falta a las personas”, comenta.
La inseguridad es otro factor y mucha gente no está dispuesta a dejar el carro porque siente que el transporte público no da esa confianza, ante la posibilidad de ser víctima de algún delito o accidente vehicular. Muchas veces, explica, alguien que no está acostumbrado al transporte público puede ir desconfiando o tener la mala suerte de que le roben el celular o un objeto personal.
Aprender de la movilidad de otras metrópolis
El académico llama a las autoridades a aprender de experiencias internacionales: “En ciudades como Japón los trenes son puntuales al segundo, y en Europa puedes comprar una tarjeta que te permite usar todos los medios de transporte durante varios días con una tarifa fija; aquí también podemos hacerlo más atractivo, con esquemas de membresías, descuentos y mejores condiciones”
Para Muñoz Mendoza, el futuro de la movilidad en Guadalajara depende de tres ejes: infraestructura sólida, inversión continua y un cambio cultural. “Es mucho de infraestructura, inversión, pero sobre todo de cultura de las personas, poder quitar ese deseo, sacrificar un poquito el confort, y poder confiar más en el transporte público”, dice.
La pregunta
Este Día Mundial sin Auto invita a reflexionar sobre los retos de una ciudad que produce casi 12 millones de viajes al día y que sigue apostando por el coche como el segundo medio de transporte más utilizado. El académico concluye con una pregunta: Con nuevas líneas de tren, más ciclovías, mejores rutas de autobuses y un cambio de mentalidad, ¿será posible dar un paso hacia una movilidad más sustentable y menos dependiente del automóvil?
OV