A solo 20 minutos de la cabecera municipal de Pénjamo, se alzan lo que queda de las ruinas de lo que fue el hogar del cura Miguel Hidalgo y Costilla.
Este lugar, ubicado en la comunidad de San Diego de Corralejo como entonces se llamaba, guarda los secretos de su pasado y la sorprendente razón por la que sus dueños la redujeron a escombros.

Se ubica sobre la carretera Pénjamo a Cuerámaro, es decir, no tiene un domicilio exacto.
A su alrededor, lo más cercano es la iglesia del Señor de la Misericordia —a unos 10 metros—, la cual fue impulsada desde sus cimientos por don Cristóbal Hidalgo y Costilla en 1761, papá de Don Miguel Hidalgo.
Ese lugar fue el testigo el 8 de mayo de 1753, del nacimiento de quien encabezaría la Independencia de México. Lo vio crecer hasta los 12 años. Ahí jugo como cualquier otro niño y tuvo sus primeros amigos.
Él fue el segundo de cinco hijos. En el nacimiento del quinto murió de parto Ana María Gallaga, su madre.
Así llegó la familia al lugar
Originalmente, la hacienda fue construida en 1565, cambió de dueños varias veces. En 1728, Josefa Ignacia Carracholi y Alcocer Bocanegra la adquirieron, 17 años más tarde, un hombre llamado Cristóbal Hidalgo y Costilla, padre de Miguel Hidalgo, llegó para asumir el rol de administrador.
La hacienda, la cual media 40 por 40 metros, tenía varias habitaciones, caballerizas, almacenes, pero hoy nada de eso existe. En lo que fue el casco hay una explanada con un jardín y bancas para los habitantes de la zona o visitantes.

Las ruinas que se pueden ver desde carretera Pénjamo-Cuerámaro, y en su momento fue el acceso principal a la hacienda.
Hoy solo queda una barda de piedra y cantera de casi dos metros de altura y unos cuatro metros de ancho, además de un grosor de casi medio metro. Así como eran las fincas de antes.
Eso es todo lo que quedó de lo que fue el hogar de Miguel Hidalgo. Ahí hay una placa en la que se puede leer:
“Este muro pertenece a la casa del Padre de la Patria, abril 1979”
"Mejor en piedras que entregarla"
Sergio Hernández Rodríguez, cronista de Pénjamo, relató que en 1860, es decir 50 años después de la Independencia de México, esta hacienda era propiedad de la familia, ellos decidieron demolerla, luego de que el miedo se apoderó de ellos, cuando escucharon la noticia de que iba a hacer expropiada por el entonces emperador Maximiliano de Habsburgo.
Sergio Hernández Rodríguez, cronista de Pénjamo
"Esto fue demolido a razón de que en el imperio de Maximiliano de Habsburgo, quien era admirador de las ideas liberales de Hidalgo, cuando visitó Irapuato, anteriormente ‘Jericuicho’, le dicen ‘señor, estamos muy cerca donde nació el cura Hidalgo y él les dice ‘haremos de ese lugar la capital del estado’. Esto lo escuchan los hermanos Zacanini —entonces dueños— y dijeron ‘esto significa que nos van a expropiar y mejor la demolemos".
La hacienda que vio nacer y crecer a Miguel Hidalgo y Costilla fue demolida en 1895.
Actualmente, esa comunidad se llama Corralejo de Hidalgo, aunque se le conoció con otros nombres como Corralejo de las Fuentes, Hacienda de Corralejo, San Diego Corralejo, Haciendas de Corralejo, Ex Hacienda de Corralejo y su nombre actual.
Hoy en día esa comunidad Corralejo de Hidalgo, es más conocida por la hacienda que produce el “tequila Corralejo”, y que obliga a los turistas hacer una segunda parada, para tomarse fotografías en el lugar donde nació el Padre de la Patria.
Explicó Sergio Hernández Rodríguez
“Como dato, hay que añadir que a unos metros —aproximadamente 25— encontramos el monumento Hidalgo que mide cerca de 15 metros que fue hecho con piedra traída de Michoacán y eso fue financiado por un salario mínimo de los profesores, maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, un día de salario y que fue inaugurada un 15 de mayo de 1961”.
Los padres del héroe
Cristóbal Hidalgo y Costilla, nacido en Tejupilco, Estado de México, arribó a Pénjamo en 1745 por motivo de trabajo para desempeñarse como administrador de la Hacienda Corralejo, pues ya contaba con conocimientos de agricultura desde pequeño, el cual era un apasionado por el cultivo de la tierra.
El hombre, tenía el objetivo de formar un matrimonio, se interesó por Ana María Gallaga, una joven de 18 años con valores y principios originaria de Villa Morelos, Michoacán.
Relató Hernández Rodríguez
"Él conocía toda la región y sabían cuáles eran las familias que tenían hijas casaderas, y en esa posición, fue a ver a las hijas del tío de Ana María, pero se termina enamorándose de ella y no de las hijas del señor y así es como se inicia este emblemático matrimonio".
"Se entregaba una prenda como simbolismo de pretensión de casarse, y se la entregó a Ana María, al parecer era una moneda de oro, no es que la estuvieran vendiendo, pero era la forma en que se pretendía a la mujer".
Ana María, había quedado huérfana a los 12 años al fallecer sus padres por causas naturales, por lo que sus tíos oriundos de Pénjamo que residían en San Vicente del Caño la adoptaron, y ya al cumplir la mayoría de edad, la familia la alistaba para conseguirle un esposo.
Fue en 1750 que se conocieron, ella tenía 18 años y él 40 años, siendo ese mismo año que contrajeron matrimonio, llevándose a cabo la celebración religiosa en el templo de San Francisco del municipio de Pénjamo, un lugar admirado por su arquitectura neoclásica con estilo barroco ubicado en el corazón de la ciudad.

En 1751 esta relación dio fruto de su primogénito, Joaquín, y dos años después tendrían a Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, quien años después se convertiría en el Padre de la Patria.
Pese a que la familia nació y creció en Pénjamo, hoy no hay registro de algún familiar de Miguel Hidalgo que viva en esa zona.
A cambio de pila bautismal de Hidalgo dieron bancas, un reloj y hasta un kiosco
Miguel Hidalgo fue bautizado en la capital de Cuitzeo de los Naranjos, hoy Abasolo, Guanajuato, el 16 de mayo de 1753, en una capilla que fue conocida como Nuestra Señora de la Luz, el lugar se encontraba a unos 20 kilómetros de la hacienda.
Esta capilla se construyó en el año de 1650, ya no existe. No hay una fecha exacta de su demolición.
Ahora ese lugar donde estaba la capilla, es una paletería y a su alrededor hay locales comerciales de ropa, comida y aparatos eléctricos.
En el museo Miguel Hidalgo, en la calle Juárez, en el centro de Abasolo, se encuentra una réplica de lo que fue la pila bautismal, donde recibió este sacramento el padre de la Patria.
Uriel Rodríguez Villegas, coordinador de Museos de Abasolo.
"Esta pila bautismal, es una réplica, de la que fue llevada para los festejos del centenario —de la Independencia—, el 28 de agosto de 1910. Fue sacada de la capilla, para ser llevada a la Ciudad de México, cabe resaltar que la pila, fue la pieza central para esta celebración".

En aquella ocasión, a petición del entonces Presidente, Porfirio Díaz, se hizo este traslado en medio de un festejo, donde al menos tres autos alegóricos iban custodiándola.
Aseguró Rodríguez Villegas
"A la gente le gustó muchísimo que fuera llevada la pila bautismal, pues Abasolo iba a trascender en el tiempo y en la historia, como agradecimiento. A cambio, ‘nos regalaron 30 bancas, nos dieron el reloj para la parroquia de Nuestra Señora de la Luz, un kiosco, nomenclatura de las calles, eran de bronce y quedan muy pocas y el monumento de Hidalgo, todo eso nos lo dieron a cambio’".
Esta pieza fue expuesta en el desfile del 16 de septiembre en 1910 en la Ciudad de México, registrando miles de asistentes, para después ser llevada al Museo Nacional de Arte.
Está hecha de mezquite y tiene base de cantera. La pila bautismal duró ahí aproximadamente 20 años para después llevarla al Castillo de Chapultepec en el cual permanece hasta la fecha.
En el 2017 se hizo entrega de la réplica al municipio de Abasolo, luego de que Sergio Martínez Tapia, cronista de la ciudad de Abasolo en aquel tiempo, fue de visita al Castillo de Chapultepec, queriendo esta pieza de regreso en su tierra.
"Él quería traerse la original, y estando en el museo le dicen oiga, no se puede tomar fotos' y él les responde '¿por qué no? Si es mía, soy de Abasolo' y de ahí empezó la buena negociación del maestro y es cuando la gente encargada del Castillo de Chapultepec le dice que a pesar de ser de Abasolo, no se la podían entregar, y le dieron la réplica”, explicó.
Rodríguez Villegas relató que cuando fueron por la réplica de la pila, pusieron una a lado de la otra y era tal el parecido que no sabían cuál era cuál, y fue así que llegó a la ciudad y fue puesta en este Museo.

Niñez y la rebeldía de Hidalgo
Cuando era niño, Miguel Hidalgo no había escuelas como hoy en esa zona.
La educación la recibió de su mamá, quien le enseñó a leer, escribir, y las matemáticas.
No se habla mucho de la infancia de Miguel Hidalgo, aunque fue una etapa crucial en la formación de su carácter.
El cronista Sergio Hernández Rodríguez lo describe como un niño criollo de ojos claros y piel blanca que, desde muy temprana edad, se destacó por su curiosidad insaciable.
Sergio Hernández Rodríguez
"Era un niño sano, un niño que se caracterizaba porque era de descendencia española, era criollo, ojos verdes, aceitunados, de piel blanca, se distinguía de sus compañeros, el niño Hidalgo a los tres años se convierte en un ser que no quisiera tener a lado porque empezó a preguntar, no había televisión ni radio, ¿cómo aprendió?, preguntando", puntualizó.
A los cinco años salía a montar a caballo con su papá, empezando a conocer los alrededores de la hacienda, gustándole el contacto con la naturaleza y la agricultura. Ese lugar donde alguna vez cabalgó es hoy la avenida principal que conduce al municipio de Cuerámaro.
Su mamá le enseñó la importancia de la música en el mundo y lo bien que le hacía al ser humano, esto a través del violín, por lo que esto también era una afición para él.
"A los 12 años, viendo su padre las posibilidades que tenía para que el niño Hidalgo estudiara junto con su hermano Joaquín, se va a Valladolid (Morelia) donde los inscribe en el colegio de San Javier, era un recinto cultural y educativo, de los jesuitas. Cuando tenían 13 años estos son expulsados de la Nueva España por sus ideas liberales y quedó en el limbo en sus estudios", explicó.
Ideas liberales la llama del movimiento de independencia
En el colegio de San Nicolás en 1766, estudió teología, sin embargo, ya tenía ideas de independencia, el forjar una patria criolla, haciéndose de nueva cuenta varias preguntas como de niño, sin embargo, aquí habría una reacción, un movimiento que marcaría un antes y un después en la historia.
El cronista de Pénjamo, explicó que fue gracias a su gusto por la lectura que se volvió más listo y astuto, sabiendo varios idiomas, como francés, otomí, tarasco, por lo que leía además a grandes filósofos, volviéndose sacerdote a los 25 años en la Universidad Pontificia y Real de la Ciudad de México en 1778.
Puntualizó el cronista de Pénjamo
"Fue un admirable estudiante que le llegaron a apodar 'El Zorro' por astuto, tan astuto fue su vivir ahí en el colegio San Nicolás, que llegó a ser rector. Creció educativamente mucho y tenía tendencias liberales por haber estado en el colegio de San Javier que era liberal por los jesuitas".
Con esto, las envidias de los sacerdotes españoles empezaron a hacerse notar, provocando falsas acusaciones como que se robaba el dinero, pidiendo por ello, una auditoria, el cual, no encuentran la forma de comprobarlo, por lo que al no lograr este objetivo, lo acusan de estar enseñando a los jóvenes que estudiaban para ser sacerdotes, ideas liberales, de revolución y demás, logrando así sacarlo del colegio.

En 1792 llegó a Colima, donde estuvo ocho meses, después lo cambiaron a San Felipe, Guanajuato, al año siguiente, con el fin de mantenerlo lo más alejado posible del obispado de Valladolid.
En San Felipe les abrió sus puertas a indios, españoles, criollos, y vuelve a estar en el ojo de las autoridades religiosas por actos liberales.
A pocos meses recibe una lamentable noticia, su hermano Joaquín, que fungió como párroco en Dolores Hidalgo había fallecido en 1803, pidió su cambio y así llegó a la Cuna de la Independencia.