Los usuarios de Windows 10, el sistema operativo de Microsoft, están preocupados, pues a partir del 4 de octubre, los ordenadores que funcionan con esta versión, que apareció en 2015, dejarán de recibir actualizaciones.
El objetivo de estas actualizaciones era renovar periódicamente "el sistema operativo, ya que se había convertido en blanco de numerosos ciberataques", indica Martin Kraemer, especialista de la empresa estadounidense KnowBe4. ¿Qué pasara ahora? A continuación te explicamos.

¿Qué consecuencias tendrá el fin de las actualizaciones de Windows 11?
Microsoft aconsejó a los usuarios que se pasaran a Windows 11, disponible desde 2021.
Sin embargo, algunos ordenadores no son compatibles con esta transición: para estos casos, la empresa ofrece un paquete de actualizaciones ampliadas, con un precio de 30 dólares y una duración de un año.
Varias asociaciones de consumidores denunciaron esta situación.
En Estados Unidos, la asociación Consumer Reports lamentó que "en 2022 y 2023 aún se comercializaran ordenadores incapaces de ejecutar Windows 11", lo que supone el riesgo de que queden obsoletos tres años después de su compra.
En Francia, una coalición de 22 asociaciones lanzaron una petición para solicitar actualizaciones gratuitas hasta 2030.
¿Cuántos usuarios se verán afectados?
Contactada por AFP, Microsoft se negó a indicar cuántos usuarios se verían afectados.Según Consumer Reports, cerca de 650 millones de personas en todo el mundo utilizaban Windows 10 en agosto. Otra asociación estadunidense, el Public Interest Research Group (PIRG), afirmó que hasta 400 millones de ordenadores serían incompatibles con Windows 11.

¿Cuáles son los riesgos de seguir usando Windows 10?
Para los usuarios que no puedan pasarse a Windows 11 y sigan utilizando Windows 10 sin suscribirse a la extensión de actualizaciones de Microsoft, aumentará la vulnerabilidad frente a los ciberataques.
"Al dejar de recibir las actualizaciones, ya no estarán protegidos contra las amenazas cibernéticas más recientes", explica Martin Kraemer.
Aunque el peligro es "muy difícil" de cuantificar, según el especialista, lo cierto es que los usuarios de Windows 10 se convertirán en objetivos privilegiados para los ciberatacantes que buscan fallos de seguridad.
Las aplicaciones también se verán afectadas, señala Paddy Harrington, analista de la consultora estadunidense Forrester.
"Los proveedores de aplicaciones dependen del proveedor del sistema operativo para garantizar determinadas funciones y, si estas no se actualizan, el proveedor de aplicaciones no puede garantizar que su aplicación siga funcionando correctamente", afirma.
¿Qué alternativas hay para los usuarios de Microsoft?
Preguntados sobre la eficacia de los programas antivirus, los expertos señalan su insuficiencia frente a un sistema operativo que no se actualiza.
"La protección que pueden ofrecer tiene un límite (...). Es mucho mejor que no hacer nada, pero debería ser una solución temporal, hasta que se encuentre una solución permanente", declara Paddy Harrington.
Queda la posibilidad de cambiar a otro sistema operativo, conservando el ordenador. Se pueden utilizar programas libres, como Linux, pero es necesario que los instale el usuario.
"Si las aplicaciones son compatibles con este sistema operativo y las herramientas de gestión y seguridad lo admiten, es una buena opción", asegura Paddy Harrington.

hc