Tecnología

Las Cybertruck de Musk reprueban en Guadalajara su examen como patrullas

El vehículo de Tesla, empresa propiedad del magnate Elon Musk, no logró, pues, pasar la difícil prueba de las calles jaliscienses

Blindada, pesada y casi imposible de reparar, la Tesla Cybertruck fue concebida como emblema del futuro. Hoy, con fallas técnicas, accidentes documentados y retiros masivos, su uso como patrulla urbana parece una fantasía peligrosa. 

En Guadalajara, donde ya se volcó una unidad, un especialista advierte: este gigante eléctrico no está hecho para salvarnos, sino para aplastarnos. El vehículo de Tesla, empresa propiedad del magnate Elon Musk, no logró, pues, pasar la difícil prueba de las calles jaliscienses.

Imaginemos meter un mamut de tres toneladas en el centro de una ciudad. Uno que acelera de cero a cien en 2.7 segundos y se desplaza no con rugidos, sino con el zumbido contenido de la electricidad comprimida. 

El mamut que no ve bien, por lo que atropella antes de darse cuenta. Que presume de estar blindado contra balas, pero es incapaz de detectar a un ciclista doblando la esquina. Uno que no está hecho para convivir con el caos urbano, sino para encarnar el espectáculo.

Ese mamut se llama Tesla Cybertruck. Y alguien, en alguna oficina con aire acondicionado, creyó que sería una gran idea incorporarlo a labores de seguridad pública en Jalisco. Un vehículo eléctrico que, entre otras cosas, tarda al menos 12 horas en cargarse.

“Es como lanzar un refrigerador industrial a toda velocidad en una avenida con topes”, dice Héctor Hugo Ocampo, periodista automotriz con más de 27 años de experiencia probando autos. La frase suena graciosa, pero el fondo no lo es.

Fortaleza que amenaza

Ocampo conoce este modelo como pocos: sigue sus fallos, sus contradicciones y lo que llama “el mito de la indestructibilidad”.

La Cybertruck pesa entre 2.9 y 3.2 toneladas, mide casi seis metros de largo y más de dos de ancho. Sin embargo, tiene el campo visual de una caseta de vigilancia: “La visibilidad es muy mala. Las ventanas son pequeñas, las líneas angulosas no ayudan, y la parte trasera solo se puede ver con cámara. Imagínate eso en una ciudad con banquetas partidas y peatones que cruzan sin mirar”.

Desde su diseño, el vehículo está hecho para resistir. Su carrocería, de acero inoxidable endurecido, puede repeler impactos de bala. Pero esa resistencia, que Tesla vende como fortaleza, es también una amenaza: “No tiene zonas de deformación programada. En un choque, no absorbe el impacto: lo transfiere. El que sufre es el otro. Una persona. Una moto. Una bicicleta”, asegura el especialista.
Héctor Hugo Ocampo, periodista automotriz con más de 27 años de experiencia, desnuda todas las deficiencias de las Cybertrucks como patrullas
Una colisión a 40 o 50 kilómetros por hora puede terminar en tragedia, dice especialista (Foto: Cortesía Gobierno de Jalisco)
​Una colisión a 40 o 50 kilómetros por hora, velocidad común en zonas urbanas, puede terminar en tragedia. No porque el vehículo falle, sino porque está diseñado para protegerse a sí mismo a costa de todo lo demás: “En términos de seguridad vial, es de las peores decisiones que se pueden tomar. No solo por el peso o la potencia. Es un auto que simplemente no fue concebido para convivir con entornos urbanos congestionados, mucho menos para tareas de proximidad”.

Aunque el gobierno de Jalisco aclaró que no utilizará estas unidades como patrullas convencionales, sino en operativos de inteligencia y búsqueda en zonas alejadas, Ocampo considera que ni siquiera ahí la elección es la mejor.

La prueba del campo

La Cybertruck no tiene capacidades 4x4 reales. Puede salir del camino, sí, pero no es un todoterreno serio. Llevarla a terrenos remotos puede parecer buena idea, sobre todo por el internet satelital de Musk, pero si algo falla, no hay forma rápida de repararla. Y, por lo que se ha visto, es muy probable que algo falle.

¿Qué pasaría si se le encarga a una Cybertruck entrar a una brecha en mal estado o atravesar una serranía húmeda? No lo logra. Y si lo intenta, se puede quedar varada. Es muy pesada, muy rígida y con una suspensión que no está hecha para caminos rudos.

Después viene la parte operativa. La Cybertruck no puede ser reparada en cualquier taller. En Los Ángeles, uno de los principales mercados de Tesla, solo hay dos centros certificados para trabajarla.

En Guadalajara no hay ninguno. Varias de sus partes están pegadas, no atornilladas. Hay reportes de usuarios a quienes se les han desprendido puertas, molduras, paneles enteros.

Uno de los casos más ilustrativos sobre la fragilidad operativa de la Cybertruck ocurrió en Estados Unidos, cuando el medio automotriz Edmunds decidió adquirir una unidad para someterla a una prueba de carretera de un año.

Héctor Hugo Ocampo, periodista automotriz con más de 27 años de experiencia, desnuda todas las deficiencias de las Cybertrucks como patrullas
La Cybertruck cuenta con estructura poco tolerante al daño y un sistema de reparación inviable (Foto: Usi Toledo)

Cinco meses después, mientras estaba estacionada frente a un restaurante, fue impactada levemente por un sedán compacto. El daño, que parecía menor, afectó el eje trasero, la suspensión, el motor y varios componentes internos.

El presupuesto de reparación ascendió a casi 58 mil dólares, más de la mitad del valor del vehículo, por lo que fue declarada pérdida total y vendida como chatarra por apenas ocho mil.

El episodio expuso con crudeza lo que muchos técnicos ya sospechaban: una estructura poco tolerante al daño y un sistema de reparación inviable.

“Las piezas no están disponibles fácilmente. Y si te falta una, puedes quedarte semanas con la camioneta parada. ¿Qué sentido tiene tener una unidad inmovilizada por un espejo roto que no puedes conseguir?”.

Por si fuera poco, las llantas cuestan entre 700 y mil 800 dólares cada una.

Por el peso del vehículo, deben cambiarse cada once mil kilómetros. “No es un auto que puedas traer en friega todos los días, porque el desgaste te cobra la factura muy pronto”.

El reto de la autonomía

Luego está el asunto de la carga. La Cybertruck tiene una batería de 123 kilowatts-hora. Con un cargador doméstico, ese proceso puede tardar entre 12 y 15 horas. Para recargarla rápido se necesitaría una estación especial de alta potencia. En México no hay. En Guadalajara, menos.

“Imagina que estás en una operación de búsqueda en los límites del estado y te quedan 50 kilómetros de autonomía. Y el sospechoso va rumbo a Tapalpa. Pues ni modo. Le mandas buena vibra”.

A esto se suma que la infraestructura pública no está preparada.

“La mayoría de las estaciones de carga apenas ofrecen 11 kW. Eso te puede dar una carga completa en 14 o 15 horas si nadie más está conectado. Pero en la práctica, eso nunca ocurre”.

El fundador del sitio autoanalítica.com.mx pone especial énfasis en el contraste entre la imagen de vanguardia que proyecta la marca y los problemas técnicos que acumula en la realidad: “La Cybertruck es un ejemplo de cómo la narrativa supera a la ingeniería. Se vendió como el auto del futuro, pero en la práctica es un Frankenstein: poderoso, sí, pero lleno de problemas de integración.

“No basta con que un vehículo sea eléctrico para considerarlo innovador. La innovación también tiene que ver con utilidad, con eficiencia, con sentido común. Y lo que menos tiene esta camioneta es sentido común. Ni siquiera puede ser útil como vehículo recreativo, porque el costo de operación es absurdo”, explica.

Héctor Hugo Ocampo, periodista automotriz con más de 27 años de experiencia, desnuda todas las deficiencias de las Cybertrucks como patrullas
La Cybertruck también falla como vehículo recreativo por su absurdo costo de operación (Foto: Cortesía Gobierno de Jalisco)

Los peores antecedentes

Desde su lanzamiento, la Cybertruck ha sido llamada a revisión ocho veces por fallas que van desde aceleradores atascados que provocan aceleraciones involuntarias, hasta limpiaparabrisas defectuosos, cámaras traseras que no muestran imagen, luces ilegibles, molduras que pueden desprenderse mientras el vehículo está en movimiento y sensores que no advierten sobre baja presión en las llantas.

Algunas de estas revisiones involucraron hasta 46 mil unidades.

“La más preocupante fue la del pedal del acelerador. Imagínate que el pedal se queda atorado mientras vas en bajada. Eso no es ciencia ficción: ocurrió. Hubo que cambiar miles de unidades. Y no fue un defecto menor: fue un error de diseño básico”.

Mientras tanto, se acumulan los accidentes.

En Texas, un hombre murió calcinado dentro de su Cybertruck después de chocar con una cuneta: las puertas eléctricas dejaron de funcionar y no pudo salir.

En California, tres jóvenes universitarios fallecieron atrapados entre un muro y un árbol tras otro choque: tampoco pudieron abrir las puertas.

En Guadalajara, una unidad que habría sido utilizada como patrulla se volcó, lesionando a cuatro personas, una de ellas eyectada del vehículo.

En la misma semana, en la Ciudad de México, otra colisionó contra el portón de una casa y quedó severamente dañada.

En Las Vegas, una Cybertruck explotó frente a un hotel como parte de un atentado suicida; no fue un fallo técnico, pero puso a prueba su capacidad de contención frente a eventos extremos.

“Uno pensaría que un vehículo de ese precio tendría soluciones de seguridad a prueba de todo, pero la verdad es que está lleno de decisiones improvisadas. Es como si la hubieran diseñado en PowerPoint y la hubieran ensamblado con prisa para no perder la expectativa del mercado”.

“Más de 70 por ciento de los compradores iniciales ha llevado su unidad al servicio por alguna falla”, dice el experto en autos.

Las hay para todos los gustos: filtraciones de agua, pantallas congeladas, frenos que fallan, piezas sueltas...

Tesla, además, desmanteló su departamento de relaciones públicas en 2020 y no ha vuelto a responder oficialmente a solicitudes de prensa, ni siquiera a las de los medios más influyentes del mundo.

Mientras tanto, los problemas se acumulan también en los números.

Héctor Hugo Ocampo, periodista automotriz con más de 27 años de experiencia, desnuda todas las deficiencias de las Cybertrucks como patrullas
"Es una camioneta para presumir, no para proteger y mucho menos para servir" (Foto: Cortesía Gobierno de Jalisco)

Cifras a la baja

Durante el segundo trimestre de 2025, Tesla entregó 384 mil vehículos, una caída del 13.5 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.

Sus ingresos cayeron 12 por ciento, sus utilidades netas bajaron 16, y sus acciones perdieron cerca del 30 por ciento de su valor desde diciembre.

En California, su mercado más fuerte, las ventas cayeron un 21 por ciento. En Europa, su participación bajó de 2.4 a 1.6 por ciento.

Elon Musk atribuye el desplome a la pérdida de subsidios, tensiones comerciales y competencia feroz. Promete recuperarse con inteligencia artificial, robotaxis y un modelo más barato. Pero no hay fechas. El futuro que prometía como inevitable empieza a parecer incierto.

“Tesla aún tiene una base sólida”, dice el especialista, “pero la imagen de liderazgo está agrietada. El mito del vehículo eléctrico perfecto ya se tambalea”.

La Cybertruck, en ese contexto, deja de ser promesa para convertirse en advertencia: diseño espectacular, fallas documentadas, reparación costosa y capacidad real cuestionada, incluso en los terrenos donde supuestamente debía brillar.

“Es una camioneta para presumir”, concluye. “No para proteger. Y mucho menos para servir”.

Accidentes y percances

Baytown, Texas. Michael Sheehan (marzo de 2024)

Michael Sheehan, un hombre de 47 años, murió calcinado dentro de su Tesla Cybertruck tras chocar contra una cuneta en Baytown, Texas. El vehículo se incendió después del impacto y las puertas eléctricas quedaron bloqueadas. Ningún testigo pudo abrirlas para auxiliarlo. La batería se sobrecalentó y el habitáculo se convirtió en una trampa mortal. El caso generó polémica sobre los protocolos de seguridad en caso de colisión y sobre la posibilidad de escape en emergencias.

Piedmont, California. Tres estudiantes fallecidos (abril de 2024)

En la ciudad de Piedmont, California, tres estudiantes universitarios murieron cuando la Cybertruck en la que viajaban se estrelló contra un árbol y un muro. La camioneta se incendió y las puertas eléctricas no pudieron abrirse. A pesar de los intentos de un testigo por romper las ventanas o forzar la salida, los jóvenes no lograron salir a tiempo. Este accidente reavivó las críticas sobre la dependencia de sistemas electrónicos en casos de emergencia.

Guadalajara, Jalisco. Vuelco en uso urbano (noviembre de 2024)

Una Tesla Cybertruck se volcó mientras circulaba en calles de Guadalajara, presuntamente durante una prueba o uso autorizado por autoridades. Cuatro personas resultaron heridas, una de ellas fue eyectada del vehículo. El tamaño, el peso y la inestabilidad del modelo en maniobras bruscas urbanas fueron señalados como posibles causas del siniestro. El hecho generó cuestionamientos sobre su idoneidad para tareas de patrullaje en entornos urbanos.

Ciudad de México. Colisión en San Miguel Chapultepec (enero de 2025)

Una unidad de Cybertruck colisionó contra el portón de una casa en la colonia San Miguel Chapultepec, en la Ciudad de México. Aunque no hubo personas lesionadas, el vehículo sufrió daños considerables. El incidente fue atribuido a una falla en el frenado o a un error de conducción amplificado por las dimensiones y la escasa maniobrabilidad del vehículo. El caso evidenció las limitaciones de la camioneta en calles angostas y con poco margen de maniobra.

Las Vegas, Nevada. Ataque suicida (junio de 2025)

Una Cybertruck explotó frente al Trump International Hotel de Las Vegas en lo que fue catalogado como un ataque suicida. Aunque el hecho no derivó de fallos técnicos del vehículo, sí encendió el debate sobre los riesgos de tener baterías de alto voltaje involucradas en eventos extremos. Las imágenes del siniestro recorrieron el mundo y pusieron en tela de juicio la resistencia real de la estructura en condiciones de alta temperatura.

Edmunds, Estados Unidos. Pérdida total por reparación costosa (julio de 2024)

El sitio especializado Edmunds adquirió una Cybertruck para pruebas y, cinco meses después, el vehículo fue impactado lateralmente por un sedán mientras estaba estacionado. El daño parecía menor, pero terminó afectando el eje trasero, la suspensión y varios componentes eléctricos. El presupuesto de reparación fue de 58 mil dólares, por lo que la aseguradora la declaró pérdida total. Edmunds vendió la unidad como chatarra por solo 8 mil dólares. El caso ilustró el altísimo costo de reparación y la dificultad para conseguir refacciones.

Retiros del mercado y sus causas:

  • Acelerador atascado. Aceleración involuntaria (abril de 2024).
  • Panel de moldura desprendible. Problema con el pegamento (marzo de 2024).
  • Limpiaparabrisas defectuoso. Motor quemado por corriente excesiva (junio de 2024).
  • Moldura de cajón mal adherida. Adhesivo mal instalado (junio de 2024).
  • Problema con cámara de reversa. Imagen tarda más de 2 segundos (septiembre de 2024).
  • Fallo del inversor. Pérdida repentina de potencia (noviembre de 2024).
  • Presión de neumáticos. Luz de advertencia que no se enciende (diciembre de 2024).
  • Tamaño de fuente en advertencias. Texto demasiado pequeño en panel (enero de 2024).

OV

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.