En el sexenio de Enrique Peña Nieto, el conflicto magisterial con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) estaba desbordado. Los maestros desquiciaban la ciudad un día sí y al otro también.
Un día marchaban por Reforma, otro se plantaban en el Zócalo o bloqueaban Circuito Interior en las inmediaciones del Aeropuerto. Pero el pan de cada día eran las caminatas y plantones a la Secretaría de Gobernación.
En ese entonces, el Palacio de Cobián era ocupado por Miguel Ángel Osorio Chong, poderoso secretario de Gobernación que concentró decisiones tanto de gobernabilidad como de seguridad.
Una de ellas fue mandar instalar en el 2015, vallas metálicas fijas en las inmediaciones de la Secretaría que comandaba, era una fortaleza vigilada por elementos de la Policía Federal.
Las vallas medían aproximadamente dos metros y eran modulares, es decir, se unían para crear una barrera continua que, además, tenía ruedas que permitían retraerla para abrir el paso o bien cerrar por completo la circulación de vehículos, peatones y manifestantes, su principal objetivo.
La estructura de seguridad alcanzaba las banquetas. Aquí, únicamente se abría una pequeña puerta en la que cabía una persona a la vez y este espacio era cuidadosamente custodiado por elementos que arbitrariamente decidían quién pasaba y quién no.
Estas barreras fueron colocadas en Bucareli y Ayuntamiento, Atenas y Abraham González, Atenas y Versalles, Versalles y General Prim y Bucareli casi esquina con General Prim y finalmente en la calle de Emilio Dondé.
La justificación de Gobernación para tomar esta decisión fue que estas murallas ayudaban a garantizar la seguridad y el orden público. En diferentes ocasiones, las vallas eran retiradas ya sea por decisión del gobierno o por orden judicial, pero siempre regresaban.
Vale recordar que, Segob fue protegido con vallas desde el sexenio de Vicente Fox, cuando Santiago Creel era titular de la dependencia. Sin embargo, las vallas eran móviles.

Adiós vallas
En 2016, el gobierno del entonces Distrito Federal pidió a la federación retirar las vallas, pero esto no prosperó.
Posteriormente, en ese mismo año, se quitaron por un tiempo debido a que un juez otorgó un amparo a un particular, John Andrew Auping Birch, doctor en Economía, para que el gobierno de la Ciudad de México retirara el bloqueo en esa vialidad.
Sin embargo, esto fue momentáneo y se volvieron a colocar.
Fue hasta el 8 de diciembre de 2018, que la entonces secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, ordenó retirar las vallas de las inmediaciones de la dependencia.
Apenas con 12 días en el cargo, terminó con las grandes estructuras que descansaban en banquetas y el paso vehicular que en todo momento eran resguardadas por células de la policía federal.
Y aseguró que su trabajo en la Segob sería de puertas abiertas.
“En cuanto llegamos a esta Secretaría, lo primero que dijimos fue: ‘levanten todas esas vallas, esta Secretaría no puede tener vallas en la banqueta, esta Secretaría debe tener las puertas abiertas”, expresó.
Libre paso
Diez años después de que se instalaron de manera fija las vallas, las estructuras fueron retiradas por completo por orden de la Secretaría de Gobernación que encabeza Rosa Icela Rodríguez. Brigadas de trabajadores se distribuyeron el lunes por los diferentes puntos donde quedaban partes de las estructuras, principalmente en las banquetas.
El personal tuvo que echar mano de soplete y martillo para desmontar las barreras metálicas que todavía dificultaban el paso de los peatones.
La última valla que se quitó el lunes fue la de Bucareli, una de las más emblemáticas pues aquí se recibía a la mayoría de las manifestaciones. Este punto incluso fue testigo de cuando Osorio Chong salió en mangas de camisa a atender una manifestación de estudiantes del IPN.
Y ya solo quedan pendientes estructuras en Emilio Dondé y otra sobre Bucareli, pero se retirarán antes del viernes.
“Se mandaron a quitar, puesto que no es correcto tenerlas puestas todo el tiempo, se quitaron, se va a recuperar el espacio por instrucciones del espacio público por instrucciones aquí de la Secretaría junto con el gobierno de la Ciudad y que se recupere el espacio para toda la gente”, explicó a MILENIO el Titular de la unidad de gobierno de Segob, Tonatiuh Ramírez.
Y el martes al mediodía, un grupo de funcionarios de la Segob y de la Secretaría de Obras realizaron un recorrido por la zona para revisar en qué lugares se debe arreglar la banqueta, reparar el piso e incluso poner nueva iluminación.
Mientras arrancan formalmente los trabajos, brigadas de limpieza comenzaron a barrer los escombros que quedaron y la basura que se acumuló por años alrededor de estas estructuras.

"Un asunto chingón"
Los vecinos y comerciantes de la zona se dijeron complacidos por la decisión de retirar las vallas porque lejos de dar seguridad, generaban basureros al aire libre, inseguridad y hasta se convirtieron en baños improvisados.
“Excelente, excelente, antes podían entrar y no salir y ahora que las estuvieron quitando la verdad es que un asunto la verdad muy chingón”, explicó Salvador Ramírez, vecino de la calle de Abraham González.
Las personas que tienen locales en las inmediaciones de Gobernación, también consideraron que mejorará la calidad de vida y trabajo de todos.
“Formidable, la verdad, para empezar es incómodo, se han juntado muchos los vagos, hay muchos vagabundos ahí y ahí se orinan, hay hasta parejas en la noche haciendo cosas indebidas y está súper que las hayan quitado”, explicó Mario Peña.
Y Robin Martínez, que atiende una cafetería, consideró que este ordenamiento ayudará incluso a tener más clientes.
“Está muy bien, siento que se va a ver más limpia la calle, también va a evitar que se tire basura al lado, porque mucha gente lo toma de basurero y sí como que se va a despejar y dejar más flujo para que la gente pueda andar”, agregó.
LG