La realidad política de Coahuila contrasta con la del resto del país, y eso queda de manifiesto en sus procesos electorales. Analistas consultados por MILENIO coinciden en que se trata de una excepción a la regla, ya que mientras a nivel nacional el PRI pierde fuerza, en esta entidad se perfila para cumplir un siglo en el poder en 2029, cuando concluya el mandato del gobernador Manolo Jiménez Salinas.
“La tendencia nacional es una, y a nosotros nos tocó ser la excepción. Aquí hay permanencia del PRI como partido, y eso nos muestra que muchas de las grandes tendencias nacionales no aplican”, afirmó el politólogo e historiador Carlos Castañón Cuadros.

En cuanto a la conformación de alianzas en años recientes, el especialista en derecho Juan José Rojas señaló que muchas se han dado por intereses cupulares, ajenos al sentir de la militancia. “En el fondo, pierde la ciudadanía. Antes se tenía más claro a quién apoyar políticamente, pero con estas alianzas se desdibujan las ideologías”, comentó.
El PAN pasó de ser opositor a accesorio del PRI
Castañón recordó que en 2017 el PAN vivió su punto más alto en preferencias electorales, quedando a escasos puntos de ganar la gubernatura. Sin embargo, sus acuerdos posteriores con el PRI le han restado credibilidad.
“El PAN se quedó a un pelo de ganar, pero al aliarse con su enemigo histórico cargó con el costo de esa contradicción”, señaló.
Ese año, Miguel Ángel Riquelme ganó la elección por apenas 2.5 puntos sobre el panista Guillermo Anaya Llamas, en una contienda que terminó en los tribunales. Incluso se conformó el Frente por la Dignidad de Coahuila, en el que tres ex candidatos se unieron para exigir la anulación de los comicios.
Pero en 2023, el PAN decidió ir junto con el PRI y el PRD para postular a Manolo Jiménez. El resultado fue un histórico desplome para los blanquiazules: apenas obtuvieron el 6% del voto, mientras el PRI alcanzó el 46% por sí solo, según el IEC.
“Desde una lógica pragmática, el PRI puede usar al PAN como accesorio”, sentenció Castañón.
La situación no mejoró para el PAN en 2024. La dirigencia nacional, encabezada por Marko Cortés, rompió la alianza con el PRI en Coahuila, alegando el incumplimiento de acuerdos sobre cargos y candidaturas. Como resultado, el partido quedó como cuarta fuerza política, con solo el 4.35% de los votos, ganando únicamente Cuatro Ciénegas y perdiendo bastiones como Monclova.
“El desdibujamiento ideológico ha provocado decisiones basadas en intereses particulares, que benefician a unos cuantos y perjudican a las bases”, explicó Rojas.
Intereses que se imponen en lo local
Para ambos analistas, la falta de liderazgos claros ha sido un obstáculo para la oposición local, a diferencia del escenario nacional, donde Morena y sus aliados han mostrado cohesión. “A nivel nacional Morena tiene liderazgos fuertes y organizados; en Coahuila están divididos y desorganizados”, apuntó Castañón.
Rojas también criticó que en 2023 Morena, el PT y el Verde postularan candidatos distintos, a pesar de ir en alianza a nivel federal. “Cuando se priorizan intereses particulares, ocurren rupturas. Eso no ha pasado aún a nivel nacional”, dijo.
De cara a la elección de 2026, Castañón anticipa que el PRI podría retener el poder gracias a su estructura y organización, en un escenario con baja participación ciudadana. “Se vislumbra otra elección huérfana, que interesa poco a los votantes y gana el partido mejor organizado”, indicó.
Rojas señaló que la única vía para que la oposición avance es la unidad. “Si Morena va junto con el PT y el Verde tendría más fuerza en la entidad”, advirtió.

En ese sentido, el líder estatal de Morena, Diego del Bosque, ya abrió la puerta a una posible alianza con el PT, tras reunirse con su dirigente, el diputado Ricardo Mejía Berdeja.
En cambio, el PAN no ha definido si mantendrá su alianza con el PRI, mientras enfrenta divisiones internas en su bancada en el Congreso de Coahuila.
edaa