Una mañana cualquiera en Santa Úrsula, al sur de la Ciudad de México, los vecinos se asomaron curiosos a sus ventanas. Bajo un cielo despejado y con el Estadio Azteca de fondo, un nuevo convoy de trolebuses comenzó a recorrer las calles. No era un día cualquiera: la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada, daba el banderazo de salida a 14 unidades que cubrirán la Línea 12 del Trolebús, conectando Perisur con Taxqueña. El gesto, cargado de simbolismo, marcó un hito en la estrategia de movilidad de la capital, con foco en el transporte eléctrico.
La escena es apenas una muestra del cambio que empieza a tomar forma en las principales ciudades del país. En los últimos años, México ha comenzado a modernizar sus sistemas de transporte público, presionado por la urbanización creciente, la urgencia de reducir emisiones contaminantes y la necesidad de ofrecer alternativas más eficientes para millones de personas que se mueven diariamente en el sistema de transporte público.
CDMX, epicentro del cambio
Con más de 25 millones de habitantes en su zona metropolitana, la Ciudad de México se ha convertido en el epicentro de esta transformación. Clara Brugada no solo reiteró su compromiso de eliminar los microbuses contaminantes que aún circulan, sino que hizo un llamado al Congreso local para legislar en favor de que todos los nuevos proyectos de transporte operen con energías limpias.

Actualmente, la capital cuenta con 264 km de red de Trolebús, 226 km de Metro, 25.2 km de Cablebús y 13.6 km del Trolebús Elevado. A esa infraestructura se le sumarán una nueva ruta de Trolebús —del Metro Universidad al CETRAM Huipulco— y cinco nuevas líneas de Cablebús que hoy están en etapa de planeación.
El Metrobús, sistema de autobuses articulados que cruzan de lado a lado la metrópoli, también avanza hacia la electromovilidad. Desde 2023, su Línea 3 —de Tenayuca a Santa Cruz Atoyac— opera con una flota de 50 unidades eléctricas, y es la primera línea del sistema en adoptar esta tecnología de forma integral. Silenciosas y sin emisiones, estas unidades ofrecen una experiencia de viaje más limpia y cómoda. “Estamos en la era de la electromovilidad y tenemos que caminar hacia ella”, dijo Brugada durante el banderazo de la línea 12 del Trolebús, al sur de la ciudad.
el dato17 trenes nuevos
Tendrá el Tren Ligero de Xochimilco rumbo al Mundial 2026.
Pero quizá la apuesta más simbólica es la del Tren Ligero que conecta Taxqueña con Xochimilco. Como parte de los preparativos rumbo al Mundial de Futbol 2026, la mandataria anunció la compra de 17 trenes nuevos para esta línea. El sistema será rebautizado como El Ajolote, en honor al emblemático anfibio endémico de la zona. El objetivo: casi duplicar su capacidad de 130 mil a 240 mil usuarios diarios, con una inversión de mil 300 millones de pesos. Este cambio representa una nueva narrativa de movilidad con identidad local, eficiencia ambiental y visión a futuro.
Guadalajara, pasos firmes
En el occidente del país, el sistema de autobuses de tránsito rápido, Mi Macro Periférico, ha comenzado a incorporar autobuses eléctricos a su flota en Guadalajara, una ciudad históricamente afectada por la mala calidad del aire.
El gobernador Pedro Lemus califica estas unida des como “el futuro inmediato del transporte urbano”. Además, la capital jalisciense se prepara para inaugurar la Línea 4 del Tren Ligero a finales de 2025, para conectar Tlajomulco y Guadalajara con un enfoque sustentable. Además de estaciones más modernas, se contempla integrar tecnologías limpias e infraestructura de recarga para unidades eléctricas.

Guadalajara avanza con corredores verdes, amplía su red de ciclovías y realiza pruebas piloto con autobuses eléctricos en rutas específicas, como parte de una estrategia que combina movilidad, urbanismo y sostenibilidad ambiental.
Monterrey, el norte inicia su transición
El motor industrial de México también empieza a dar sus primeros pasos. En 2023 puso en marcha su primer camión eléctrico de pasajeros, un hito en una zona donde el clima extremo, las condiciones geográficas y una red de transporte fragmentada complican la movilidad.
Aun así, el gobierno estatal ha confirmado que ampliará la flota eléctrica y desarrollará infraestructura de carga.

El sistema Ecovía, una especie de BRT regiomontano, ha sido identificado como candidato para su conversión total a unidades eléctricas. Además, la cercanía con universidades, centros de innovación y zonas industriales genera un ecosistema favorable para probar nuevas soluciones.
el dato264 km de red de Trolebús
Tiene la Ciudad de México, la más extensa del país.
Monterrey también explora alianzas público-privadas para detonar inversión en estaciones de carga, capacitación de operadores y centros de mantenimiento. Aunque reciente, el potencial de impacto logístico y ambiental es significativo.
Avance desigual, pero con rumbo
Pese a estos esfuerzos, la adopción de vehículos eléctricos en el transporte público del país sigue siendo incipiente. De un parque estimado en 500 mil autobuses y vagonetas, solo 835 unidades son eléctricas. De estas, apenas 335 operan con baterías; el resto son trolebuses que requieren conexión constante a la red.
La cifra contrasta con países como Chile o Colombia, cuyas flotas eléctricas superan las 3 mil unidades. “México mantiene un rezago evidente”, advierte Gustavo Jiménez, CEO de E-Mobilitas, firma especializada en movilidad eléctrica con presencia en más de 18 países.

Una de las principales barreras es la falta de esquemas de financiamiento adaptados al sector. Muchos concesionarios operan con márgenes mínimos y no acceden a créditos para renovar sus unidades.
Además, la transición hacia la electromovilidad implica más que comprar camiones. Se necesita rediseñar desde la raíz la operación del transporte. Así lo expresaron expertos durante el Foro.
Nodos para la Electromovilidad, organizado por la Universidad Anáhuac México. “Electrificar una flota implica diseñar rutas inteligentes, instalar cargadores, capacitar operadores, recolectar y analizar datos para optimizar la operación”, explicó Constantino Rodríguez, representante de la empresa VEMO.
El datoMil 300 millones de pesos
Invertirá la CDMX en el Tren Ligero “El Ajolote”.
Se habló de la urgencia de estandarizar conectores, ampliar la cobertura de recarga y generar certidumbre jurídica para los inversores. “No hay electromovilidad sin infraestructura. Y no hay infraestructura sin política pública a largo plazo”, resumió Eugenio Grandío, presidente de la Empresa de Movilidad Avanzada (EMA).
La revolución eléctrica también ocurre fuera de las calles: Aulas universitarias, líneas de producción, laboratorios de diseño. Ingenieros, diseñadores, urbanistas y emprendedores desarrollan soluciones para hacer viable la movilidad eléctrica en un país tan diverso como México.

Con estos avances —aún desiguales, pero persistentes— México se aproxima a una nueva narrativa urbana, en la que moverse deje de ser un desgaste cotidiano y se convierta en una experiencia más limpia, segura y eficiente. Una donde cada kilómetro recorrido en autobús eléctrico represente un paso hacia la equidad, la modernización y la resiliencia urbana
el datoCinco líneas nuevas
De Cablebús están en planeación en la CDMX.
Y si aún queda espacio para el escepticismo, basta con asomarse a las calles de Santa Úrsula y ver pasar a El Ajolote. No hace ruido, no contamina. Solo avanza. Y con él, un país entero que empieza a moverse distinto.
JKL