La reserva natural de Sierra Gorda, en Querétaro, fue reconocida a nivel internacional en 2001 como una región clave para conservar la biodiversidad. Es hogar de especies como el oso negro mexicano, el mono araña, el cocodrilo americano y cerca del 30 por ciento de las mariposas diurnas del país; al mismo tiempo, alberga uno de los más grandes depósitos de mercurio en el mundo.
Aunque no está clasificado aún como un elemento carcinógeno para los seres humanos, el mercurio es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las sustancias más dañinas para la salud y el medio ambiente. Sus efectos nocivos han llevado a más de 150 países —incluido México— a asumir compromisos que permitan frenar su extracción y uso.
Pese a los esfuerzos por regular la minería de mercurio, nuestro país se ha consolidado en años recientes como una de las principales fuentes de este metal líquido a través de redes que operan en las sombras. ¿Cómo ocurrió esto? En MILENIO te contamos.
El metal líquido que fluye a la sombra de tratados internacionales
Un aspecto que ha sido constante en las evaluaciones sobre producción de mercurio en México es la opacidad. Un informe elaborado por la Comisión para la Cooperación Ambiental refiere que entre 1994 y 2011, el Consejo de Recursos Minerales no registró de forma oficial la extracción primaria de este metal en nuestro país, pero eso no significaba que no ocurriera.
Desde finales de la década de 1990, grupos de académicos y activistas ambientales promovieron en Europa diversas medidas para reducir las emisiones de mercurio derivadas de actividades humanas, dados los riesgos que conlleva esta sustancia. Para 2005, la demanda a nivel internacional de este material para aparatos de medición, equipo eléctrico o aplicaciones dentales ya mostraba una tendencia a la baja.
Formalmente, la industria fue relegada poco a poco para transitar hacia otras alternativas, pero en varias zonas de México, como Sierra Gorda, se consolidaron comunidades de extracción irregular y rudimentaria de mercurio para atender un mercado en particular: la minería artesanal de oro.
En países como Bolivia, Colombia y Perú hay diversas comunidades que, ante la falta de opciones para salir adelante, han sustentado su economía en la minería de oro en pequeña escala. Según investigaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el mercurio se ha utilizado desde hace más de tres mil años en procesos artesanales de extracción de oro.

El procedimiento consiste en mezclar los minerales extraídos de las rocas con agua y algunas gotas de mercurio. Esta sustancia se une a las partículas de oro y forma una amalgama que, al calentarse, libera el preciado metal.
Un reporte de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA) de Estados Unidos, publicado en julio de 2025, advierte que entre abril de 2019 y junio de 2025 se traficaron al menos 200 toneladas de mercurio desde México hasta las minas de oro de los países anteriormente señalados.
Se calcula que el oro ilegal producido en ese período gracias al mercurio que se extrajo de México sin regulación alcanzó un valor total de ocho mil millones de dólares.
Mineros de Querétaro entrevistados por la EIA señalaron que a principios de 2025 el mercurio experimentó un abrupto incremento en su valor, debido a los altos precios del oro. En este contexto, el kilogramo de mercurio llegó a costar, en mayo de 2025, hasta 330 dólares —poco más de seis mil pesos mexicanos—.
el dato¿Por qué subió el precio del oro?
La EIA valoró que la extracción irregular de mercurio inició una época de auge a principios de 2025 debido a que los mineros artesanales de oro en Sudamérica acrecentaron su demanda.Como lo ha sido durante siglos, el oro se mantiene como un activo fundamental que proporciona estabilidad y representa un refugio en un contexto de incertidumbre económica. A principios de 2025, esto pudo ocurrir debido a la estrategia arancelaria que ha mantenido Estados Unidos, así como a la compra masiva de oro por parte de bancos centrales en todo el mundo que se registró el año anterior.
El otro costo del mercurio
Desde 2015, México se adhirió al Convenio de Minamata, un tratado internacional diseñado para proteger al medio ambiente y la población de las emisiones relacionadas con el mercurio. Al formar parte de dicho acuerdo, nuestro país se comprometió a reducir y eliminar la producción de este metal para el año 2032.
En este sentido, en 2021 se puso en marcha un proyecto que involucró a 28 instituciones diferentes —tanto gubernamentales como académicas y de la sociedad civil— para crear alternativas que le permitan a los mineros de mercurio involucrarse en otras actividades sin poner en riesgo su salud ni la de sus familias.
Para junio de ese año, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) refirió que existían alrededor de mil 415 personas que se dedicaban a la extracción directa de mercurio sólo en Querétaro. Dicha actividad generaba beneficios, de manera indirecta, a casi 4 mil 500 personas.
Aunque Sierra Gorda es considerada la reserva de mercurio más importante del país —con una producción que supera las 100 toneladas anuales— no es la única, pues también se han registrado depósitos en Nuevo Mercurio (Zacatecas) y en la región del Altiplano de San Luis Potosí.
La urgencia por encontrar otras vías de sustento para las familias de mineros recae en los múltiples riesgos que conlleva la exposición al mercurio, pues sus vapores pueden entrar al torrente sanguíneo y distribuirse a lo largo de todo el organismo.
La OMS advierte que la intoxicación por mercurio puede generar trastornos neurológicos, pérdida de memoria, dolor de cabeza y hasta insuficiencia renal. Sumado a lo anterior, las sales inorgánicas del mercurio son corrosivas para la piel, los ojos y el tracto digestivo; en caso de ser ingeridas, los riñones pueden verse severamente afectados.
Durante un recorrido realizado por personal de PNUMA en Sierra Gorda en 2023, 79 por ciento de los mineros entrevistados manifestó que desearía poder dedicarse a otra actividad que no pusiera en riesgo sus vidas ni los mantuviera aislados bajo tierra.
BM.