"He vivido de todo, nos vemos. Quiero más haters", fue una de las últimas frases que se le escuchó a decir al creador de contenido Camilo Ochoa, mejor conocido como El Alucín, antes de ser asesinado a tiros en una casa de Temixco, Morelos.
Durante los últimos años, el influencer originario de Sinaloa alimentó su imagen pública compartiendo sus vivencias como presunto ex integrante del crimen organizado. A partir de septiembre de 2024, sus videos adquirieron mayor relevancia debido a la inclinación que su discurso mostraba en favor de Los Chapitos, una de las células que se disputan su estado natal.
En diversas entrevistas, Ochoa reconoció que su infancia estuvo llena de lujos y comodidades gracias a los ingresos que obtenía su familia en el sector empresarial. ¿Cómo fue que se introdujo al mundo del narcotráfico? En MILENIO te contamos los detalles.
De un lucrativo negocio de pollos al narcotráfico: la trayectoria de Camilo Ochoa
Carlos Ochoa Delgado, nombre real de Camilo Ochoa, nació en 1982. Para ese momento, la primera sucursal de El Pollo Loco ya sumaba siete años de operaciones en la industria restaurantera de Guasave, de la mano del señor Juan Francisco, tío del influencer.
Jaime Ochoa, padre de Camilo, se unió al negocio de su hermano Juan Francisco en 1976. La visión empresarial de ambos les permitió expandir sus negocios a Estados Unidos en 1980 y, posteriormente, a distintos territorios de México.
Durante su infancia y adolescencia, Camilo Ochoa ocupó varios puestos en la empresa. Aprendió a marinar y asar pollos, así como a encargarse del funcionamiento de la caja. No fue sino hasta el inicio de su adultez que asumió un rol administrativo en los negocios de la familia, mientras vivían en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
En una entrevista con la periodista Adela Micha, Camilo Ochoa recordó que a los 20 años de edad ya tenía elevados ingresos económicos no sólo por su participación en la compañía de su padre y su tío, sino también por negocios alternos.
Según su relato, logró establecer acuerdos con agentes aduanales para comprar mercancía decomisada —como alcohol o cigarros— y revenderla. "Hacía mucho negocio, empecé a hacer mucho dinero y rápido", comentó durante la charla.
Para 2004, tanto Camilo Ochoa como la empresa de su familia ya tenían un amplio reconocimiento en territorio tamaulipeco. En ese año, un comando de sicarios vestidos de policías, presuntamente miembros de Los Zetas, irrumpió en su domicilio y lo secuestró. "Íbamos por tu hermano, pero sabemos que tú eres el consentido de tu padre", le advirtieron los criminales.

Después de siete días de tortura y agresiones, Los Zetas lo liberaron. En una conversación con Univisión, el influencer explicó que estuvo refugiado con su familia durante un año en Guasave; cuando se recuperó de aquel episodio, inauguró una sucursal de El Pollo Loco en Ciudad Obregón, Sonora, pero la curiosidad y la adrenalina lo orillaron a involucrarse con el narcotráfico.
Por varios años, Ochoa se dedicó a comprar cocaína a proveedores de Sudamérica para distribuirla en México, principalmente en la capital, de forma independiente. Fue hasta 2014 que un conocido lo llevó a reunirse con Dámaso López Núñez, alias El Licenciado, uno de los principales jefes del Cártel de Sinaloa en ese entonces.
De acuerdo con su versión, Camilo Ochoa se ostentaba como jefe de plaza en Mazatlán cuando El Licenciado y sus aliados se enemistaron con la familia de Joaquín Guzmán Loera. En medio de aquella disputa, Ochoa tomó partido por la facción de El Chapo, ya que su familia era la que mantenía el control de la organización.
El Alucín fue detenido junto a otras seis personas en febrero de 2015 y encarcelado por portación de armas de uso exclusivo del Ejército. Por medio de entrevistas y contenidos difundidos en sus cuentas de redes sociales, sostuvo que habría tomado la decisión de alejarse del crimen organizado tras abandonar la prisión en 2022.
A principios de 2025, el rostro y la fotografía de Camilo Ochoa aparecieron en una lista de 25 celebridades señaladas por su supuesta cercanía con Los Chapitos. En los folletos, la facción de Los Mayos acusó a influencers y artistas de colaborar en las operaciones financieras del grupo criminal; del total de individuos mencionados, seis fueron asesinados entre octubre de 2024 y agosto de 2025.
BM.