Proteger los principales destinos turísticos del Caribe mexicano, resguardar las obras de infraestructura como el Tren Maya, y evitar que el crimen organizado se expanda hacia entidades con bajo índice delictivo son las tres líneas centrales que marcan la estrategia de la Guardia Nacional en la región sureste, según explica el general de Brigada, Juan Carlos Guzmán Giadans.
En entrevista con MILENIO, el comisario jefe —coordinador territorial de la Guardia Nacional para Campeche, Yucatán y Quintana Roo— detalla que la región requiere una operación diferenciada, con énfasis en proximidad social y vigilancia operativa en zonas sensibles.
"Esta coordinación territorial le corresponde la responsabilidad de los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en las cuales nos toca armonizar, coordinar los trabajos que realizan las coordinaciones estatales con efecto de mantener, incrementar y fortalecer la seguridad".
Uno de los principales focos es la vigilancia de los tramos del Tren Maya, considerado obra prioritaria del gobierno federal. “El despliegue nos permite, en el aspecto operativo, ver los proyectos prioritarios de esta porción del país. El Tren Maya, con sus 30 estaciones están aquí en esta jurisdicción y tenemos presencia con destacamentos de seguridad que dan cobertura al derecho de vía”.
La Guardia Nacional también tiene presencia permanente en aeropuertos, puertos, aduanas y zonas naturales protegidas de alta afluencia turística. “Tenemos presencia en aduanas, aeropuertos, en migración, para poder atender cualquier problemática que se presente”, señala.
Pero además del resguardo de infraestructura, la estrategia contempla un punto más sensible: impedir que delitos como el narcomenudeo, la trata de personas y el fraude turístico ganen terreno en zonas de alta afluencia nacional e internacional, particularmente en Quintana Roo, donde —advierte— la presencia criminal busca capitalizar el flujo de visitantes.
“Tenemos una afluencia muy copiosa de turismo. El desarrollo que ha tenido toda la Riviera —desde Tulum, Playa del Carmen, Cancún, Isla Mujeres y Cozumel— genera atracción de mucho turismo, y por ende, el narcomenudeo. El compromiso que tienen todas las autoridades nos ha permitido seguir desmantelando redes de distribución de droga, redes de falsificación de paquetes turísticos, call centers, trata de personas… Los resultados están visibles del trabajo que se está haciendo. Es un reto continuar con esa tendencia a la baja”.
Afirma que se han ejecutado varias órdenes técnicas de investigación “con buenos resultados”, lo que —asegura— tiene un efecto directo tanto en la percepción como en el comportamiento de los grupos criminales: “Es un reflejo ante la sociedad, la población y la gente que se dedica a estas actividades ilícitas de que, por parte de los tres órdenes de gobierno, hay contundencia, hay trabajo y hay resultados”.
El general también hace hincapié en el perfil profesional del personal y en la importancia de la proximidad ciudadana, particularmente en contextos turísticos. “Nosotros tenemos que cambiar el rostro cuando nos dirigimos a la población civil; un rostro sociable, una cara amigable… Que del momento que yo me aproximo con la persona civil, sienta esa confianza y no intimidarlos. Al contrario”.
Sobre Yucatán, considerado uno de los estados más seguros del país, Guzmán Giadans reconoce que el reto no es intervenir, sino evitar retrocesos: “El reto es precisamente mantener los bajos niveles en los diferentes tipos de delitos”.
En Campeche, señala que han sostenido encuentros directos con la gobernadora para atender zonas específicas que han generado alertas: “Nos ha apoyado con todo su equipo de trabajo para atender esos puntos nodales que nos han estado haciendo un poquito de ruido”.
Con base en ese enfoque diferenciado, resalta la importancia del despliegue flexible, articulado por la buena conectividad entre los tres estados: “La conectividad en esta parte del país nos permite rápidamente poder movilizarnos, tener coordinación entre las tres coordinaciones estatales”.
LG