A inicios del Siglo XX la esperanza de vida del mexicano era menor a 40 años. Con la promulgación de la Ley del Seguro Social el 19 de enero de 1943 comenzó un largo camino para que el Estado convirtiera en políticas sociales los reclamos de una emergente clase trabajadora. Empezó a germinar la idea de que para mejorar la salud de la población se necesitaba más que atención médica. Que la salud es mucho más que ausencia de enfermedad. Por ello las Casas de las Aseguradas de 1952 o los Centros de Seguridad Social de 1958, los centros de capacitación para el trabajo y los clubes deportivos comenzaron a ser parte de la oferta social del IMSS.
Desde aquellos primeros equipos dedicados al montañismo, voleibol y softbol que portaron por primera vez uniformes del IMSS, pasando por la construcción del Parque de Béisbol del Seguro Social que en 1955 recibió la visita del comisionado de las Grandes Ligas, Ford Frick, hasta la hazaña olímpica de México 68 del Tibio Muñoz que se formó en las albercas de la Unidad Independencia, hubo una época de oro del deporte en el IMSS.
Por eso, como parte de las acciones post-pandemia, el pasado 28 de junio, el Consejo Técnico del IMSS aprobó un nuevo Programa Nacional de Activación Física para la Salud.
Se trata de lograr un equilibrio: volver al deporte de alto rendimiento y promover entre toda la población la actividad física como herramienta de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles. De romper un círculo vicioso: una enorme infraestructura deportiva en la que no se hacían inversiones con el argumento de poco uso.
El IMSS cuenta con todo para hacerlo: 2 campos de béisbol, 84 albercas, 65 canchas de futbol, 91 de basquetbol, 91 de usos múltiples, 63 de voleibol, 95 gimnasios y ocho pistas de atletismo.
La pandemia por covid-19 nos dio la lección, cambiar a un enfoque radicalmente preventivo en el que la actividad física tiene un propósito: la salud. Lo ha dicho el presidente López Obrador: El deporte es medicina preventiva. Pero hay que hacer que esa medicina sea accesible, incluyente, práctica, de fácil realización, gratuita y autogestionable.
El Programa Nacional de Activación Física para la Salud es un primer eslabón. La activación física en el ámbito laboral como parte del programa Entornos Laborales Seguros y Saludables (ELSSA) es el segundo componente. Deporte laboral para contrarrestar el sedentarismo en los centros de trabajo y prevenir enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad. Y un eslabón más: el deporte competitivo mediante la identificación de talentos para conformar equipos del IMSS de alto nivel que se vinculen con otras instituciones y con la iniciativa privada.
Todo esto es posible y hay ejemplos. Nuestro equipo de beisbol de la liga de veteranos del IMSS debutó de manera gloriosa, con refuerzos de lujo como Chito Ríos y Vinicio Castilla, y ante unos rivales rebosantes de experiencia: Los Amigos, el equipo con el que desde hace años el presidente López Obrador practica el rey de los deportes, la pelota caliente. Perdimos 4-2, pero lo más importante es que el Seguro Social volvió al diamante con dignidad.
Con este programa somos ambiciosos. La meta durante el primer año es incorporar a 4.5 millones de usuarios a esta activación física nacional, en tres años impactar positivamente en la salud del 20 por ciento y en la próxima década incidir en el desarrollo del deporte y la activación física en el país. En definitiva queremos volver a poner al IMSS en el podio.
Zoé Robledo
@zoerobledo