
Cuando se pensó que el trompetista Terence Blanchard (Nueva Orleans, 1962) era una especie de clon de Wynton Marsalis, pues además de compartir un origen común y ser parte de la banda de los Jazz Messengers de Art Blakey en su juventud —por recomendación de Wynton—, apareció en escena, durante la época del llamado movimiento de los jóvenes leones.
Durante varios años el movimiento causó polémica por su espíritu conservador, pero con el tiempo la propuesta de Blanchard, como la de algunos otros, tomó su propio rumbo. A sus dotes de jazzista, hay que agregar su talento como compositor de música para cine —sobre todo para Spike Lee—, teatro, televisión y ópera. En 2021, su obra Fire Shut Up in My Bones fue la primera ópera de un compositor afroamericano representada en la Met de Nueva York, a la que luego siguió Champion. Recientemente fue nombrado Jazz Master por el Fondo Nacional para las Artes de su país.
Blanchard vino a México para presentarse en el Festival Centro Histórico México, en 2014, y en una breve entrevista hablaba de la importancia de conseguir el sonido de grupo y no el de su líder. “Cuando veo a las grandes bandas a las que adoro siempre hay un movimiento colectivo, compartido —dijo entonces—. Esto lo ves en las bandas de John Coltrane, Ornette Coleman, Miles Davis, Thelonious Monk, Clifford Brown y Max Roach. Todos esos grupos tenían músicos fuertes, todos en el mismo espacio, así que para mí un grupo no tiene que ver con una persona sino con un colectivo de músicos que buscan crear algo único”.
Si algo caracteriza su obra es una postura política frente a fenómenos como el racismo y la intolerancia, pues afirma que creció “con la idea de que el arte siempre debe hacer un comentario social de algún tipo porque reacciona a un ambiente, a una cultura, a cierto tipo de ideología. Así que yo pienso que cualquier artista consciente tiene que hacer un comentario sobre lo que sucede en su entorno. Mi deseo es que el mundo se vuelva un mejor lugar gracias a la experiencia del arte, no sólo de la música sino del arte en general, permitiendo que toque los corazones de la gente”.