Desde hace años, entre otras personas, era Ruth Rodríguez la responsable de recordarnos que había un día mundial de la fotografía estenopeica, y en otras tantas ocasiones de organizar exposiciones, locales, nacionales y hasta internacionales. Ahora que Ruth, por las razones que fueran, ha emigrado, difícilmente nos acordamos y repetimos el ritual, no porque no nos guste o interese este tipo de trabajos –la fotografía estenopeica– sino, simple y sencillamente porque se nos van estas y otras fechas sin darnos cuenta.
Este tipo de fotografía toma su nombre, como se sabe, del proceso empleado en la reproducción de imágenes vía el uso de un dispositivo llamado estenopo, que no es otra cosa que un pequeño y simple orificio, sin ningún otro aditamento, por el cual pasará la luz que habrá de bañar la superficie sensible que se encuentre en el interior de un cajón, lata o incluso habitación.
Para ocuparnos del tema no solo han tenido que pasar dos meses, sino viajar a la ciudad de Oaxaca para poder visitar las explosiones que este año el Centro Fotográfico Álvarez Bravo, ha montado con este motivo. Se trata de seis muestras que, se puede decir, giran alrededor de un mismo tema: la ciudad y sus habitantes. Narraciones estenopeicas que se divide en tres: Humanidad, Sueño de Letty y Escenario de mujer, de los fotógrafos Patrick Dionne y Miki Gringas. Crossing cities, de Markus Kaesler, y Visiones encontradas, de Daniel Tubio, completan con Galnasak, vivir sin malestar, de Omar García, estas seis muestras. Temas bastante frecuentes entre ciertos fotógrafos mexicanos y latinoamericanos. Quiero decir la presentación de lo inhumano de las ciudades modernas y la marginación a la que suelen condenar a los más débiles y necesitados de sus habitantes, niños, mujeres, adultos de la tercera edad. Lo interesante es estos trabajos no es pues su temática tanto como la narrativa (la manera en que se cuenta) que surge de la combinación entre técnica (la estenopeica) y el tema, más específicamente, el acercamiento a este que siempre es de naturaleza individual.
Del material que se presenta en el Álvarez Bravo, en lo personal me llamó la atención el presentado dentro de las Narraciones estenopeicas, Escenario de mujer. Primeramente los fotógrafos se dieron a la tarea de registrar con cámara oscura distintos aspectos de la labor que de manera cotidiana llevan a cabo las mujeres de una población marginal en el estado de Tlaxcala: cocinar, lavar, barrer, atender los animales domésticos, cuidar de niños y ancianos, etcétera.