A propósito de la urgentemente necesaria reimpresión de “Yoga y coca”, de las novelas más intrépidas de los últimos años, aquí una entrevista con su autora, Alejandra Maldonado, antes de su presentación el próximo 3 de diciembre en Librero en Andanzas, ubicado en López Cotilla 805, colonia Americana, en Guadalajara. Un evento a la altura del espíritu off-FIL que tanta falta le hace al espíritu de las ferias de libros.
¿Que es “Yoga y coca”?
“Yoga y coca” nació como una colección de historias de ligues y terminó siendo una novela de crecimiento. La tensión primordial de la protagonista es su mirada cínica poco usual, pero a la vez vive maniatada por el filtro del amor romántico, lo que resulta en una reflexión desquiciada sobre la condición de ser mujer en el mundo del capitalismo tardío.
¿Es ficción o autoficción y cuál sería la diferencia para Alejandra Maldonado?
“Yoga y coca” es ficción autobiográfica, es una novela realista basada en experiencias de la autora. Creo que hoy es difícil hablar de géneros a rajatabla. Yo creo mucho más a partir de las narrativas digitales como Twitter, que hay relatos de muy variada extensión, quién dice lo que es un cuento y lo que es una novela, en últimas es la experiencia del lector lo que define el texto, alguien puede encontrar en un ensayo poesía. También creo que todo texto es ficción. Mi tesis de licenciatura en Comunicación Audiovisual se llamó “Efectos especiales de realidad” e iba sobre aquellas películas de ficción que en la década de los noventa tenían una estética realista, le llamé la “Estética de la handycam”. Antes de la popularización de los teléfonos celulares ya había una obsesión, siempre fallida, por el hiperregistro objetivo de la vida y eso lo rescató el cine de la época en textos fílmicos como “Kids” o “The Blair witch project”. En el caso del escritor, a partir de la toma del punto de vista, ya se está subjetivando la realidad o como dice el principio de Heissenberg: cualquier partícula, al ser observada, cambia de comportamiento. Nosotros mismos hacemos el montaje de nuestras memorias continuamente para contarnos nuestra propia historia a conveniencia; hace años con unos amigos teníamos una frase al respecto, cambiamos un antiguo eslogan de impresiones Kodak que decía “Recordar es volver a vivir” por “Recordar el volverse a mentir”. Para mí cualquier texto es ficción.
¿Existe alguna diferencia entre la Maldonado de la vida real y el personaje de voz en off de “Yoga y coca”?
Blanca Potente vive maniatada por su creencia en el amor romántico. Cree que la felicidad como estado permanente sí existe y que ésta llegará cuando consiga una pareja permanente, heterosexual y con la subsecuente procreación. A pesar de darse cuenta de lo absurdo de estas ideas, le es imposible zafarse de ese círculo vicioso. Yo por fortuna no creo ya en esas patrañas.
¿Que es la literatura para Alejandra Maldonado?
Desde un punto de vista rosa, la literatura es la forma más rica que tenemos de percibir que otros mundos son posibles y en ese sentido nos hace más sensibles en la medida en la que ensancha nuestra comprensión de las muy distintas clases de seres humanos. Ahora bien, hay un montón de gente muy letrada y muy culera; y en ese sentido no se le puede exigir ni culpar por nada a la literatura.
Como lectora, la literatura es el fundamento de mi educación sentimental y me voy a referir no solo a la que aparece en forma de libros, sino también de canciones, de guiones audiovisuales, de revistas y de fotonovelas, con las que muy chiquita aprendí a leer. Cuando trabajo en ella es un poder. Siento que a diferencia del resto de mis actividades es una en la que me siento confiada, en la que no tengo que poner un esfuerzo mayor al de la labor misma, y cuyo resultado me produce contento, además de que me ha ayudado a transitar y a poner en claro etapas de mi vida, que no es un favor menor.
¿Te siguen gustando los hombres guapos?
Claro, y no solo los hombres guapos, la belleza en todas sus formas me subyuga y me hace sentir pequeña e insulsa, me acompleja, no sé si me hace más mal que bien.
¿Es un novela femenina o feminista? ¿Las dos? ¿O ninguna de las dos?
Cuando escribo sufro de un ensimismamiento radical, no suelo ponerme contraste o en contexto respecto de otras personas o colectivos, ni tampoco milito o hago activismo, al menos de forma consciente por ninguna causa. Sin embargo, tengo bien claro dónde está el poder y me resisto a seguirle el juego si tengo esa opción. Para expresarme no puedo evitar ir hacia adentro; al final soy una persona del género femenino de una generación nacida en un país como México, el resultado son relatos desde una cierta feminidad, comprendo que también hay múltiples formas de ser femenina.
“Yoga y coca” sale al mercado en un momento donde se están replanteando muchas conversaciones, reclamos sobre mujeres: ¿Cómo aprecias las letras escritas por mujeres en estos momentos?
Cada vez hay más oferta e interés hacia lo que las mujeres escriben, eso está genial, también se debe a que todavía en los años cincuenta la sociedad confinaba a la inmensa mayoría de las mujeres a su papel de cuidado del hogar y hoy eso por fortuna es distinto, aunque la desigualdad y el abuso, como bien sabemos, están muy lejos de cesar. Aun así siempre ha habido voces femeninas que rompen desde ángulos bien distintos: Carson McCullers, Susan Sontag, Jaqueline Susan, Clarice Lispector, la misma Anaïs Nin, Donna Haraway, Joan Didion, Kathy Acker; hoy están Sara Uribe, Mariana Enríquez, Ariana Harwicz, que son un portento, por mencionarte algunos nombres que escriben en castellano. Aprecio a la gran mayoría de letras femeninas de hoy, abundantes, con carácter y muy variadas.
Es un libro que desborda una honestidad brutal a la que muy probablemnte el lector no esté muy acostumbrado, ¿cómo consigues esto? ¿Y qué reacciones crees que pueda desatar?
Tengo un poco de problemas con la palabra honestidad. Te voy a proponer algo como un “vedettismo irredento” que a algunos les ha resultado divertido. Igual por la marginalidad de mis escritos, que se han mantenido en un coto dentro del que se comunican con un lector afín, hasta el momento no he recibido ataques.
¿Cuál es el siguiente libro de Alejandra Maldonado?
“Teta biónica”. Yo tuve cáncer de mama a finales de 2019 y tuve mucha suerte de salir viva de esa aventura que me permitió ver muchas cosas, fue como quitarme un velo muy denso que tenía en la mirada. Así es que estoy plasmando mis avatares físicos y emocionales en este nuevo relato.
Wenceslao Bruciaga