Hoy en día, vivimos en una sociedad donde el predominio de la competencia y la búsqueda de resultados medibles han transformado numerosos ámbitos, incluida la educación.
Esta lógica, que prioriza el rendimiento sobre la formación humana, promueve una visión fragmentada del aprendizaje, en la que los logros académicos se reducen a estadísticas y rankings, dejando de lado el propósito de educar: formar personas integrales.
En este contexto, la educación se enfrenta al desafío de equilibrar la necesidad de cumplir con indicadores cuantitativos, con el compromiso de cultivar valores y habilidades que contribuyan al desarrollo humano.
Este reto evidencia las limitaciones de un enfoque centrado exclusivamente en la calidad y excelencia académica medida por métricas objetivas.
Frente a este modelo, el Paradigma Pedagógico Ignaciano y el concepto de la Buena Educación, desarrollado por Pablo Latapí Sarre, representan una alternativa centrada en la formación integral.
Estos enfoques trascienden los rankings y las certificaciones al priorizar valores fundamentales como la dignidad humana, la justicia, la solidaridad y la criticidad.
La Buena Educación no solo busca formar profesionistas altamente capacitados, sino también personas éticas, responsables y comprometidas con el bien común.
A diferencia de los enfoques tradicionales que miden el éxito exclusivamente a través de indicadores, la buena educación coloca a la persona en el centro del proceso educativo.
Esta mirada reconoce que los logros académicos son importantes, pero solo tienen sentido cuando contribuyen al desarrollo humano y a la transformación de la sociedad.
Es esta visión de la educación, la que define y distingue a las Iberos como instituciones comprometidas con la transformación social.
Finalmente, el 5 de febrero a las 17:00 hrs, Mercedes Ruiz, de Ibero México, ofrecerá la conferencia “La Buena Educación:
Más allá de la Calidad y la Excelencia” en Ibero Torreón. ¡Les esperamos!
¡Hasta encontrarles a todes!