Las campañas comenzaron por todo el país el fin de semana, con todo lo que ello representa.
Cada que inicia el camino a una elección en el México contemporáneo se repite la misma sentencia: “Serán los comicios más importantes en la historia de nuestro país” , y el caso es que no es una mentira.
La cita es el 2 de junio, pero antes de llegar ante la soledad de la mampara y lo decisivo de la urna, recorreremos el camino de los spots, los debates, la guerra sucia, los eventos multitudinarios y de más herramientas para hacer que la gente se convenza.
La nuestra es una democracia costosa; derrochamos tiempo, dinero y esfuerzo.
Tan solo en Nuevo León, para esta elección el presupuesto solicitado es de $1,565,026,675. Hace tres años, cuando fuimos a las urnas, nos gastamos una cifra oficial de $1,109,000,000, y ya nos habíamos gastado en la elección de 2018, la nada menor cantidad de $914,000,000.
Estas cifras del órgano electoral local (IEEPC) nos dan una idea de lo que representa monetariamente organizar comicios.
Estamos citados todos los que tenemos credencial vigente, y nuestros derechos políticos a salvo.
Lo deseable es que valga la pena lo invertido, y lograr una participación ciudadana mayor que lo logrado con base en la Lista Nominal de las Actas PREP contabilizadas hace tres años, cuando alcanzamos el 50.91 por ciento de votantes.
La tarea es de todos; de los candidatos la de tratar de convencer al ciudadano de que ahora sí tendrán mayor altura de miras, y que las propuestas no son vacías o sin sustento. La tarea de los órganos electorales, contando a los tribunales, que es garantizar que todo marche conforme lo esperamos, con piso parejo y reglas para todos.
Sin dejar de lado la parte que le toca a los ciudadanos, la de participar de manera activa en los comicios, como observador o funcionario de casilla.
Desde el mes pasado, capacitadores del INE NL visitan más de 400 mil domicilios en busca de 45 mil personas para que colaboren el 2 de junio en las 7 mil 484 casillas que serán instaladas en el estado.
Esa es la numeralia de nuestra cita más importante del año, a la que deseamos que acudan aquellos que se expresan todos los años sobre cómo nos gobiernan, para que unan la acción a la palabra.
Que así sea.
