Hace justo una semana amanecíamos en un martes distinto a todos los de la historia reciente de México. Horas antes el primer nivel del gabinete presidencial encabezó una conferencia de prensa con la participación tajante de Hugo López Gatell y el canciller Marcelo Ebrard, quienes decretaban un estado de emergencia.
Los días han pasado y la curva sigue subiendo. Hoy amanecemos en México con 125 muertos, 2 mil 439 casos confirmados.
Lo que también aumenta son los daños colaterales, que van más allá del estado emocional que nos provoca el aislamiento de familias. El covid-19 contagió la vida diaria del primer trimestre de 2020 y comienza a amenazar con hacerlo igual en el segundo. El daño educativo por la suspensión de clases a todos los niveles y el daño económico son dos de los más agudos lamentos en nuestro presente.
Sin coronavirus, la economía mexicana ya llevaba un camino cuesta arriba, una lucha de pronósticos reservados, desalentadores. Con el coronavirus es simple la conclusión: vienen tiempos difíciles.
No se sabe cuánto va a durar esta pandemia, ni siquiera cuáles serán sus números finales; pero el daño ya se siente, y se prevé el desempleo como el principal indicador de sus secuelas. Se habla de más de un millón de empleos formales en riesgo. Ya sienten los efectos del coronavirus también en aquellos que se dedican al autoempleo, aquellos que viven al día.
Nuevo León tiene enfrente el gran reto de seguir siendo productivo, de regresar con todo cuando esto haya pasado, redoblar esfuerzos y no esperar nada de otras esferas.
Los mensajes escritos en sendos comunicados de la iniciativa privada el domingo denotan decepción y enojo ante la falta de un plan preciso para rescatarlos en medio de esta crisis; para salvar los empleos.
Así, a una semana de vivir en un estado de emergencia, el temor de ser contagiado por un virus nos mete a casa, mientras el temor de una crisis económica de dimensiones terribles nos quita el sueño. Si te quedas en casa no te enfermas de covid-19, aunque cuando salgas el virus se habrá ido, y tendremos enfrente el nuevo enemigo a vencer.
La trama se complica, de ahí venimos, así estamos hechos en esta tierra de valientes.