Cuando las autoridades de Salud de Tamaulipas dieron a conocer la cifra de 130 mil personas que se han resistido a recibir la vacunación contra el virus del Covid-19, se podría pensar en los habitantes de los municipios rurales más apartados, sin embargo se informó todo lo contrario, la negligencia se presenta en los regiones más “desarrolladas” como Tampico, Madero, Altamira en la zona sur y en la franja fronteriza Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo.
Ignorancia, costumbres, creencias religiosas o valemadrismo pueden ser los principales motivos para no recibir el biológico, lo cierto que es un pésimo ejemplo de los habitantes de las zonas “más prosperas” de la entidad, cuya actitud es sumamente irresponsable por el riesgo de contagiarse y afectar al resto de la población.
“Si esos 130 se enfermaran en algún momento, después de la quinta ola en la que estamos, nos pueden poner en jaque a todos los servicios de salud del estado, de todas las instituciones”, informó en su momento la titular de Salud en Tamaulipas, Gloria Molina Gamboa. Por eso es de llamar la atención la postura de las personas negadas a la inmunización.
Desarrollo por lo visto no significa inteligencia.
Asimilar la convivencia con el virus del Covid-19 por el resto de nuestros días ha sido aceptada por la gran mayoría de las personas, sin embargo, hay otro sector de la población que sigue creyendo en conspiraciones o piensan son inmunes ante el virus, ambas posturas pueden ser “respetables”, el riesgo es para quienes tratamos de seguir adelante después de la quinta ola y de otras tantas que se avecinan según los expertos.
La estadística de 130 mil personas no vacunadas es inquietante y preocupante porque seguramente tampoco cumplen con las indicaciones de higiene personal y de su entorno, poniendo en riesgo a sus familias y círculo cercano, pero también a la ciudadanía de los municipios ya mencionados.
“La gente de los municipios rurales está vacunada casi al 70 por ciento”, dio a conocer también Molina Gamboa, el mejor ejemplo de conciencia social para el resto del estado, ahora solamente faltaría la voluntad ciudadana para seguirlo, difícil si, más no imposible.
