Al paso de los años en más de una ocasión hemos leído o escuchado historias en torno a la expropiación petrolera llevada a cabo por el presidente, Lázaro Cárdenas del Río, por la que los mexicanos de manera solidaria entregaron sus posesiones para hacer frente a una decisión transcendental en la vida de México.
Transcurridos más de 83 años de aquella histórica fecha, los mexicanos, particularmente los trabajadores sindicalizados de una de las principales “empresas productivas del país” como se dice de Petróleos Mexicanos, se ven ante la oportunidad de intervenir en una tercera “expropiación petrolera”, para algunos la segunda fue el 10 de enero de 1989, ante al anuncio de elecciones a celebrarse el año entrante, en el cabalístico mes de enero.
“Ya no los líderes charros, sino dirigentes que los representen, que los defiendan, que realmente sean democráticos, que quieran ayudar y no lleguen a ‘canastear’, que lleguen nada más a robar. Eso ya se terminó”, dijo el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su visita a las instalaciones de la refinería “Francisco I. Madero”.
Si bien los detalles técnicos dados a conocer por la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, en la forma a desarrollarse el proceso de elección de los trabajadores del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), son importantes, es indispensable que las nuevas reglas basadas en el interés democrático de parte del Gobierno Federal, alcancen a las diferentes Secciones, como la dirigida por Esdras Romero Vega.
El actual secretario general de la Sección Uno, anhela una cuarta reelección con la esperanza de mantener el control de la Sección 1 por 3 años más, en esta ocasión ya no de la mano del exlíder Carlos Romero Deschamps.
Se abre la posibilidad de una “tercera expropiación petrolera” impulsada directamente por Gobierno Federal, el cual asegura va a privilegiar la democracia laboral y proteger ante todo los intereses de la clase trabajadora por encima de unos cuantos, cuyo beneficio ha quedado exhibido de manera escandalosa teniendo la corrupción como sello particular.
