De un tiempo a la fecha la música coreana o K-pop es la expresión artística más conocida a nivel mundial de Corea del Sur, al igual que destacadas producciones cinematográficas, obviamente en nuestro país y en particular nuestra región no es la excepción.
Aunque desde hace más de 20 años, especialmente Ciudad Madero, fue testigo de la llegada de numerosos empleados contratados para participar en los trabajos de reconfiguración de las instalaciones de la refinería “Francisco I. Madero”.
Su paso por la zona dejó profunda huella para bien y en algunos aspectos para mal, en términos generales fuimos un primer ejemplo de lo que podía ser la presencia de la cultura coreana en nuestro país.
A diferencia de aquellos años la modernidad de la tecnología nos permite una interacción más rápida y nos lleva a conocer inmediatamente lo que ocurre en aquel “lejano país”. También para ellos es una situación propicia, aunque su enfoque sea en el tema de inversiones y negocios, despertando poco a poco nuestro interés por aprovechar la situación.
El mejor ejemplo es el llamado fenómeno "Pescorea": la llegada de una gran cantidad de ciudadanos coreanos que transformó la ciudad de Pesquería en el estado de Nuevo León, donde miles de visitantes han sentado sus reales para construir una nueva comunidad apegada a su forma de vida y sus costumbres, pero también adoptando y adaptándose a la forma de convivencia del norte de México.
En la región sur de Tamaulipas Corea tiene una importante presencia a través de la empresa Posco, un ejemplo a seguir por sus valores y compromiso con la sociedad y el medio ambiente, lo cual ha quedado demostrado a través de diversas campañas de asistencia y apoyo.
Tal vez el modelo a seguir más importante para los mexicanos de parte de los coreanos es aprender y seguir la expresión: “Pali, pali” (rápido, rápido o date prisa). Gracias a este concepto Corea alcanzó un gran progreso en aspectos económicos e industrial.
Sin lugar a dudas algo diametralmente opuesto a tantas expresiones mexicanas que nos sirven de pretexto para cada momento de nuestras vidas.