La frase más recurrente entre gran parte de los mexicanos será: “¿Ahora quién podrá ayudarnos?”, pero a diferencia de las personas que buscaban salir de algún apuro, no aparecerá el mítico personaje del Chapulín Colorado para salvarnos de las atrocidades que han hecho los diputados de Morena y sus satélites del PT y Verde Ecologista.
Más allá de la desaparición de siete organismos autónomos, entre los que se encuentran el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), es necesario preguntarnos: ¿qué sigue?
Como en los mejores tiempos del priismo, en donde la mayoría de los morenistas fueron gestados, el actual partido gobernante podrá deshacer y hacer a su antojo la Constitución Política de nuestro país a través de la Cámara de Diputados una vez obtenida la mayoría.
En el Senado le faltan tres elementos para proceder en el mismo sentido; seguramente lo van a lograr ofreciendo algo que más de uno no podrá rechazar.
Todo indica que no hay vuelta atrás, y lejos de una discusión pública y en cada uno de los sitios de convivencia social sobre lo acontecido el viernes negro, se necesita una vez más que la sociedad despierte, que se active, porque nadie podrá cambiar lo sucedido entre el poder Ejecutivo y Legislativo, y que, aunque no lo quieran admitir, daña al país.
"Palo dado, ni Dios lo quita", dice el dicho popular, necesitamos enfocarnos en qué hacer para mitigar las consecuencias y asegurar un futuro más democrático para nuestro país.
Tras décadas de una democracia rústica, pero al fin democracia, con Morena y sus aliados parece que el país irá en retroceso; se avecina una época oscura en donde la luz no alcanzará a mostrar lo que hace el gobierno, y menos habrá las condiciones para un mejor desarrollo en todos los sentidos.
Una vez más, el populismo y el clientelismo se manifiestan; el ahorro de los recursos de los organismos desaparecidos se va a aplicar, según los morenistas, en el Fondo de Pensiones para el Bienestar.
De lo contrario, solamente nos queda escuchar otra frase: “no contaban con mi astucia”, aunque en esta ocasión fue para meter a la nación en problemas.
