Nuevamente el Partido Acción Nacional en Tamaulipas "saca el cobre", como popularmente se maneja esta frase. Fraccionado en al menos tres grupos identificados, es muy claro el divisionismo a su interior ante la terrible caída que significó el 2022, derrotados en las casillas por Morena y Américo Villarreal Anaya.
Han pasado 10 meses y muchos personajes no digieren el nuevo lugar determinado por el pueblo. Sumergidos en la soberbia, actúan como dueños del poder que ya no ostentan, intentan manejar algunas instancias dentro de la estructura gubernamental a su favor pero, sobre todo, es muy evidente su comportamiento hacia el ciudadano común y corriente, a veces con desprecio y otros buscando someterlos.
No todos actúan de esa forma, otros se alejaron luego de la debacle causada por Francisco García Cabeza de Vaca y que arrastró a César Verástegui Ostos, Gerardo Peña e inclusive a su propio hermano Ismael, "infumable" dentro de esta corriente. Vieron que no sanan las heridas, las mantienen abiertas y provocan varios desencuentros tras bambalinas.
El más reciente caso es ese intento por degradar al Comité Directivo Municipal en Tampico. Un hecho a todas luces llamativo: la intención de bajar a una delegación al principal bastión del partido en el estado significa darse un balazo en el pie, en lugar de reagruparse y fortalecerse ante la complicada misión que representa el 2024, donde en la mayoría de los cargos públicos llevan las de perder.
En eso se ha convertido el panismo tamaulipeco. La reciente aparición de José Julián Sacramento avivó esos señalamientos hacia Luis René Cantú y las erróneas decisiones en el manejo del Comité Estatal, ya sea su lejanía con la militancia y su exagerada obediencia a todo lo que le indica el ex gobernador desde Texas.
Esa es la realidad que vive Acción Nacional, cuya última carta para no sucumbir y recuperar terreno, a menos de manera mediática, es la repentina apuesta a la senadora Xóchitl Gálvez como abanderada para competir contra la 4T el próximo año.
En una potencial visita, ¿le dirán a la hidalguense el desmadre del frente político que la impulsa?
Ojo: como Tamaulipas, hay más estados igual o peor de divididos.