A partir de este viernes 1 de julio, se pone el plazo de tres meses exactamente para la llegada de un nuevo gobernador a Tamaulipas, en este caso Américo Villarreal Anaya, quien en ceremonia a realizar en el Congreso del estado tome posesión y arranque oficialmente la segunda alternancia en un lapso de seis años.
Mientras las especulaciones giran sobre la toma de decisiones, con una bancada panista como mayoría y los conflictos causados con su contraparte de Morena en el parlamento estatal, al plantearse conflictos por las posturas de Acción Nacional para impedir la legitimación del nuevo jefe del Ejecutivo, en otros escenarios se vislumbran discusiones serias.
En el propio Movimiento de Regeneración Nacional viene la renovación de consejeros distritales y estatales, convocatoria publicada hace un par de semanas. El agarrón tiene a fundadores y nuevos integrantes provenientes de otros institutos políticos, colocar las piezas con voz y voto en el futuro guinda, aunado a encontrar a un liderazgo tras el actuar timorato de Enrique Torres Mendoza. La batalla se espera intensa.
Sin embargo, con los azules existen varios asuntos pendientes por resolver. Las dolorosas derrotas de los últimos años provocan entre militantes el grito de cambio; pero desde la cúpula a cargo de Marko Cortés en el CEN y en el primer nivel tamaulipeco donde el responsable es Luis Rene Cantú no cala tanto descalabro; al contrario, “van requetebién”.
De la misma manera piensan en el aliado PRI. A Alejandro Moreno Cárdenas lo quieren fuera pero el ex gobernador de Campeche sigue aferrado, comportamiento similar, aseguran varios tricolores en la región “altiva y heróica”, del dirigente Edgar Melhem Salinas. En estos dos recientes casos, quizá estén fuera hasta que acabe su periodo, en el 2023.
Son tantos los cabos sueltos provocados por la elección del pasado 5 de junio, causado también a consecuencia del 2018, que una etapa de “paz” en el entorno político está demasiado lejos de aparecer. Si lo vemos más allá es entendible, el 2024 es la nueva meta y nadie se nota dispuesto a ceder.
Por ello, las pujas internas de los partidos políticos serán nota durante varias semanas. Dicen que los intereses son muchos. _