El pasado lunes se cumplieron, técnicamente, los primeros seis meses de administración de los titulares de los ayuntamientos en Tamaulipas. Tomaron posesión el pasado 1 de octubre del 2024 y al llegar al 31 de marzo del presente ejercicio, se puede hacer una especie de corte de caja, con situaciones diversas.
Cada uno de los ediles ha afrontado no solo temas referentes a la operación y la atención de las necesidades de sus habitantes, también situaciones externas en las cuales algunos lograron salir avantes, otros lo contrario, pero también la polémica se ha centrado en el asunto político y varias diferencias.
Empezando por el sur, Mónica Villarreal lidió con la situación de la recolección de la basura. Si bien mucha responsabilidad recayó en el titular de Servicios Públicos Ricardo Mora, la reunión entre los dos sindicatos de trabajadores con la edil y darle orden a la referida área, compone la problemática.
Teniendo de frente la mala herencia de su antecesor Adrián Oseguera, hoy disfrutando una curul en la Cámara de Diputados pero alejado de sus orígenes, Erasmo González lleva hasta la fecha su agenda en tener a Playa Miramar lo mejor posible de cara a las vacaciones de Semana Santa, entre oficinas de atención a bañistas y adecuar los accesos.
A Armando Martínez le tocó el reto del incendio en una misión federal en Altamira que pintaba para una catástrofe. La respuesta de todas las corporaciones, resaltado por el presidente municipal reelecto, evitó una tragedia de enormes magnitudes.
Carmen Lilia Canturosas en Nuevo Laredo como Alberto Granados en Matamoros arrancaron sin grandes sobresaltos. La grilla de rivales políticos, como en el caso del segundo proveniente del ex munícipe Mario López, hizo ruido en redes sociales y en charlas de café.
De lo controvertido tenemos dos casos. En Ciudad Victoria siguen las diferencias de servidores públicos, integrantes de la comuna y hasta del propio palacio de gobierno estatal con Lalo Gattás, con el amago de ser destituido.
Para cerrar, el segundo es más mediático y reciente. La maltratada Reynosa a causa de un tormentón de hace una semana dejó muy mal parado a Carlos Peña Ortiz, que como sea trata de revertir la crítica social al estar alejado de los afectados.
