Esta semana se confirmará a dos de muy probablemente tres aspirantes presidenciales para la elección del 2024. Luego de la designación (o imposición, afirma un sector de la sociedad civil) de Xóchitl Gálvez en el Frente Amplio por México, saldrá la encuesta los resultados de Morena y quién defenderá la causa de la Cuarta Transformación que, al igual que sus opositores, tuvo un proceso plagado de cuestionamientos y raspones.
Esto generará hacia abajo, es decir, en cada una de las alcaldías, entidades, distritos y sectores del país un reacomodo de fichas, analizar cuadros competitivos, encontrar áreas de oportunidad y así conformar las potenciales fórmulas para los cargos públicos en juego, al estar en participación las curules en la Cámara de Diputados y el Senado, además de los Congresos locales y Ayuntamientos.
Lo anterior pone un sabor muy particular en cada uno de los organismos políticos. En el caso del morenismo y sus aliados donde muchos levantan la mano, hay quienes de inmediato empiezan a estirar la liga con tal de ser reconocidos por su capital o figura y conseguir algo para las próximas campañas.
Otros empiezan a presentarse como las mujeres y hombres más cercanos a los aspirantes a Palacio Nacional, cuando ni siquiera hay una distribución oficial de los promotores del voto.
Lo cierto, el proceso electoral está en marcha. Solo falta el protocolo por el Instituto Nacional Electoral como del Instituto Electoral de Tamaulipas; sin embargo, no es impedimento para continuar con esa promoción y decirle al partido como a sus competidores “quién tiene más canicas”.
Como otro dato, todo indica que los sondeos serios serán determinantes para ver a los futuros protagonistas, cuyos nombres aparecerán en las boletas el próximo 1 de junio, ante el fracaso rotundo en el Frente Amplio al no llevar a las urnas a sus allegados para elegir a la abanderada.
Y uno más: se detecta una lucha de poder interna no solo en la 4T, también entre panistas con priistas para acaparar las designaciones finales.
Ahí sabremos quiénes realmente piensan por “el bien común, por México y su gente”, en lugar del interés personal. Al primer berrinche y de cualquier lado, lo sabremos.