El enfrentamiento bélico entre Rusia y Ucrania tiene, en estos momentos, la atención y la mirada de gran parte del mundo; hacía tiempo que algún conflicto no llamaba así la atención, preocupación y zozobra, pese a las redes de información internacionales junto con la globalización -por la existencia y uso de las nuevas tecnologías- que advirtieron y anunciaron con el tiempo adecuado el estallamiento de esta guerra que se produjo, en esa parte del orbe. El origen, causa y motivos de la invasión y ataque de Rusia a Ucrania es complejo y difícil de entender y comprender, de manera clara y directa.
La justificación de Putin y su gobierno y, la misma respuesta de los dirigentes de Ucrania, se “enreda” y “entremezcla” en justificaciones y excusas baladíes y hasta mentirosas. La importancia de una de las mayores democracias territorialmente hablando, que colinda con siete países con sus fronteras: Rusia, Polonia, Bielorusia, Rumania, Maldavia, Eslovaquia y Hungría, y con un desarrollo económico y social eficiente.Tiene enfrente, al invasor: Federación Rusa o Rusia; con sus más de 17 mil millones de Kilómetros cuadrados (es el país más grande del planeta tocando Asia y Europa y ocupando, según autores, el 7º o 9º lugar de la extensión mundial con más de 145 millones de habitantes contra los más de 40 millones de Ucrania y sus más de 600 mil kilómetros cuadrados).
Con la rapidez de la invasión rusa y la carencia de información precisa, se habla de muertes de soldados y civiles; el reporte del enviado mexicano Pascal Beltrán del Río, desde la frontera de ambos países, habló de dos oleadas de civiles de Ucrania con cerca de doscientos mil pobladores en cada una, yendo a buscar refugio a Polonia y Rumania para salvaguardarse de los ataques rusos. Mientras se tengan datos más precisos sobre estos acontecimientos, consideramos necesario tener presente una reflexión y una tesis que aborde algunos causales de esta situación de guerra. El filósofo e investigador Abelardo Villegas señala: “Si nos preguntamos cuáles son las razones de la persistencia y la continuidad de la violencia en las relaciones humanas, especialmente en las relaciones políticas, lo primero que se nos viene a la mente es que estas últimas son siempre relaciones de poder y el poder siempre implica violencia, aunque a veces nada más sea latente”.
“(…) Así la razón, lo mismo puede agredir que mistificar, que comunicar y comprender. La razón al servicio de la verdad y del diálogo, puede desmontar, desmantelar y desanimar muchas actitudes violentas (…) La razón, pues, su capacidad de conceptuar con veracidad, de comunicar con eficacia puede conseguir que el desajuste inicial vaya organizándose para preservar la existencia de nuestra especie y del mundo en que vivimos que también ha sido objeto de destrucción violenta”. (Villegas, A. “Violencia y racionalidad”, Universidad Autónoma Metropolitana, México. 1983).
“La FIFA y la UEFA, excluyen a Rusia del Mundial de Qatar”. (Pobres rusos: ¡aman al Futbol tanto como al Vodka!).
Víctor Bacre Parra