América Latina está consolidando un nuevo capítulo en su historia política, que inició en México, en 2018, con la victoria electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador. A partir de ello, países como Argentina, Chile, Honduras y, recientemente, Colombia han logrado cambios políticos que sitúan la integración regional como centro de su política exterior.
Esta integración latinoamericana ha permitido el fortalecimiento de foros como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que celebró su más reciente cumbre en la Ciudad de México el año pasado, con la participación de 17 jefes de Estado y de Gobierno, en detrimento de una Organización de los Estados Americanos (OEA) incapaz de atender los grandes retos del hemisferio, debido en gran medida a un secretario general que polariza y obstaculiza cualquier intento de diálogo y consenso.
Otro foro regional que se ha visto fortalecido es la Alianza del Pacífico, la cual, por primera vez en su historia, estará conformada por gobiernos progresistas. Los presidentes López Obrador en México; Pedro Castillo en Perú; Gabriel Boric en Chile; y Gustavo Petro en Colombia marcan el inicio de una nueva era para la Alianza, que buscará priorizar el bienestar, la igualdad, la inclusión y la búsqueda de mejores condiciones de vida para sus habitantes.
A lo largo de sus once años de historia, la Alianza del Pacífico ha logrado desgravar el 98% del intercambio comercial entre nuestros países, posicionándose como la 6ª potencia exportadora y como la 8ª economía a nivel mundial. El canciller Marcelo Ebrard ha establecido una agenda de trabajo encaminada a que esta posición económica pueda tener un mayor enfoque social, acercándola a la ciudadanía.
Al creciente atractivo global de la Alianza, se suma la bienvenida de Singapur como primer Estado Asociado, y la potencial integración de Corea, Costa Rica y Ecuador, así como de un incremento sostenido de Estados observadores, que a la fecha suman 61.
Durante 2022, México ostenta la presidencia de la Alianza del Pacífico y la ciudad de Oaxaca será sede de la XVII Cumbre de Líderes que se celebrará a finales de noviembre. En este evento, los presidentes de México, Chile, Colombia y Perú establecerán las prioridades y proyectos que se consolidarán en nuestra región para los próximos años.
Ha llegado el momento de privilegiar a la ciudadanía por encima de estadísticas o índices económicos y comerciales; medida necesaria para que la Alianza del Pacífico se mantenga vigente en el ideario social como un mecanismo relevante y de vanguardia, que atienda, de forma directa y eficiente, las necesidades de nuestros más de 230 millones de habitantes.
Es momento de redoblar esfuerzos para hacer de la Alianza del Pacífico un mecanismo de integración regional más global, más integrado, más conectado y, sobre todo, más cercano a la gente.
Por Efraín Guadarrama Pérez*
*Coordinador Nacional de México ante la Alianza del Pacífico