El confinamiento derivado de la pandemia ha tenido consecuencias adversas para las mujeres en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Datos de la Secretaría de Gobernación evidenciaron que en estos cuatro meses, las llamadas al 911 se incrementaron 67% por acoso u hostigamiento, 29% por abuso sexual, 16% por violación y 15% por violencia familiar. En salud reproductiva se estima que si el confinamiento sigue, al final del año habrá más de 1 millón de mujeres en edad reproductiva que no verán satisfecha su demanda de anticoncepción, lo que se reflejará en más de 145 mil embarazos no planeados o no deseados —de los cuales el 30% será en adolescentes—, 53 mil abortos, 200 muertes maternas y 2 mil 600 muertes neonatales.
En Nuevo León, las cifras son proporcionales, pero el panorama inmediato está a punto de agravarse, ya que los programas de atención a la violencia y de salud reproductiva se han reducido de forma significativa, y la mayoría se han cancelado; un recorrido por dichos centros de atención y clínicas de salud así lo confirma. Los funcionarios del gobierno local han dicho que estos servicios son esenciales y que no paran actividades, pero que “las mujeres no van por miedo a contagiarse de covid”; la realidad es que se les está negando la atención. Al respecto, la OMS ha hecho un llamado a los gobiernos a considerar como servicios no diferibles para la atención: la violencia de género y la salud sexual y reproductiva, y que de no acatarse esta recomendación, se prevé un retroceso de un tercio en el avance de la eliminación de la violencia de género y de la atención en salud reproductiva planteada en los ODS para 2030.
Nuevo León es un estado con alto desarrollo económico, pero en violencia de género y salud reproductiva tiene rezagos importantes, pues muestra indicadores que se comparan con estados de alta marginación. Si a ello sumamos que su Congreso está obstinado con retornar a la época medieval, quitando derechos elementales a las mujeres, estamos a punto de colapsar si no se asume la gobernabilidad en esos temas.
DAVID DE JESÚS-REYES
Iinso-UANL
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