La economía circular es una propuesta que considera que los bienes pueden tener varios usos en los procesos de la producción o en la generación de oportunidades sociales. Esta nueva forma de ver el desarrollo, la economía circular, busca modificar el actual sistema económico lineal de tomar, hacer y desechar, y se basa en la reducción, reutilización, reciclaje y recuperación de bienes, servicios o productos en los procesos de producción, distribución y consumo. Es decir, los bienes o recursos se convierten en productos, los productos en residuos, y éstos en recursos o bienes para la producción o generación de otros productos o activos sociales. Dicho sistema considera tres niveles de aplicación operativa: 1) empresa, consumidores y bienes o productos; 2) parques o conglomerados eco-industriales; y 3) nación, región, estado, ciudad, etcétera.
La economía circular va más allá del reciclaje y la reparación; la reutilización y el intercambio son piezas clave de este modelo económico. De esta manera, en el país y en Nuevo León se debe transitar a modificar la gestión del desarrollo y enfocarse en una visión circular de los procesos económicos, y no solo en el pensamiento lineal actual. Para esto, la sociedad, el gobierno, la academia y las organizaciones civiles deben realizar esfuerzos conjuntos para cambiar la visión del sistema económico, por lo cual se necesita trabajar sobre aspectos como: conciencia ambiental, recuperación de espacios, responsabilidad social, innovación y equidad.
Por lo tanto, se deben diseñar las bases normativas para que en Nuevo León coexista una ley sobre la aplicación de la economía circular que garantice el derecho a un medioambiente sano para el bienestar de la población nuevoleonesa, que permita lograr un desarrollo sustentable que enmarque la calidad ambiental, el crecimiento económico y la equidad social, en beneficio de las presentes y futuras generaciones.
ESTEBAN PICAZZO PALENCIA
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