La existencia de una economía del conocimiento ha conferido a las universidades una función que consiste en fomentar el desarrollo económico a través de la transferencia de tecnología y la relación entre la universidad y la empresa, tal y como manifestaron los teóricos de la innovación Etzkowitz y Leydesdorff.
Estos fenómenos, a su vez, se han hecho tangibles a través de la comercialización de resultados de investigaciones y la creación de empresas en sus laboratorios e instalaciones, las cuales han sido denominadas como empresas de base tecnológica o spin off. De ahí que la existencia de perfiles que abarcan más allá de la docencia o la investigación, se consoliden en lo que actualmente se denomina el científico- empresario.
De esta forma, se puede definir que una spin-off es un concepto que ha sido empleado desde hace más de dos décadas para especificar que las universidades tienen la intención de incrementar el potencial de comercialización de sus ideas, a la par de brindar un valor para la sociedad, sin considerar que esto represente una amenaza en lo relacionado a los valores académicos.
Así, una spin off es la iniciación de un negocio que llega a convertirse en comercialmente activo, que está conformada por académicos emprendedores que juegan un rol esencial en alguno o todo el proceso de planeación, tanto en el establecimiento inicial o en las fases subsecuentes de la dirección.
De ahí que las spinoff académicas comercialicen los resultados de investigación y se distingan por las habilidades y la experiencia de sus fundadores, quienes provienen de una universidad, a diferencia de otras empresas nacientes. Por su parte, autores como Di Gregorio y Shane mencionan que una spin-off universitaria también refiere a la existencia de transferencia de tecnología formalizada en propiedad intelectual, ya sea a través de patentes o licenciamientos.
Este esquema consolida lo que Etzkowitz y Leydesdorff denominaron como triple hélice, modelo que explica la vinculación entre industria, academia y el estado para generar innovación. De esta manera, el ambiente de la universidad provee el contexto donde académicos y estudiantes tienen acceso al conocimiento a través de la investigación y la enseñanza, incluyendo proyectos de investigación, publicaciones científicas y supervisiones de investigación.
En este sentido, es fundamental remarcar que actualmente la Universidad Autónoma de Puebla generó bajo el esquema de Spin off, a Polymers UAP, un modelo de negocios que encauza nuevos materiales orgánicos con propiedades optoelectrónicas en la aplicación directa para beneficio de la industria y de la propia academia, lo que subraya la importancia de estudiar, comprender y detonar el fenómeno de “comprensión de la ciencia”, el cual se refiere cuestionar si la ciencia es un sistema que se enfrenta a cuestionamientos auto referenciados o realmente está en función de las necesidades sociales. De esta forma, desde la Facultad de Ciencias de la Comunicación visualizamos a la comunicación de la ciencia como el campo para detonar la adopción de nuevas tecnologías, su comprensión y aceptación en el sistema social, lo cual da como resultado competitividad para un Estado y calidad de vida para sus habitantes.
ANGÉLICA MENDIETA