Una sonrisa siempre gana adeptos, votos y simpatías; porque es la expresión facial que muestra aceptación, amistad y comunica estados de ánimo como la felicidad, la sorpresa y la ira. Los estudios del psicólogo Paul Ekman, pionero de las emociones en la política, muestran que la sonrisa es universal y esas “microexpresiones”, que hacemos al sonreír permiten que conectemos con nuestros interlocutores. Por ejemplo, para detectar a una persona que miente, se analizan estos rasgos y cómo se construyen las expresiones dentro del cuerpo humano.
La lista de emociones que pueden identificarse van desde el alivio, la culpa, la diversión, el desprecio, la tristeza y la felicidad; pero para las campañas políticas que recién inicien en nuestro país, sonreír es el primer paso.
El liderazgo de una persona se muestra también en la musculatura facial, porque los votantes se remontan a su percepción, a la forma de la mirada que tienen los candidatos y cómo esas manifestaciones faciales son auténticas o no. Así, los ciudadanos hacen inferencias, sobre el liderazgo, su personalidad y por supuesto qué tan auténticos son.
En un experimento, se colocó a varios niños para que pudieran identificar a los políticos exitosos y a personas que no se dedicaban a la política. Asombrosamente, los niños pudieron identificar fuertes rasgos de liderazgo, poder y control sobre los demás, en los políticos que fueron elegidos. Por lo tanto, podemos decir que las expresiones faciales si tienen un efecto en las personas y se construyen de manera natural, por un sistema evolutivo.
Otro psicólogo, Carl Senior publicó en 2018 el libro: Las manifestaciones faciales del liderazgo, donde describe porque los líderes logran tener muchos seguidores, se convierten en los “dueños de la manada”, si tratamos de hacer un símil con los animales. Los grupos sociales, se benefician de poder comunicar el liderazgo aprovechando la musculatura facial y por tanto, sonreír gana votos. La combinación de cejas bajas y la sonrisa se ha llamado “efecto Bill Clinton”, porque muestra confianza; y esto lo han aprovechado muchos políticos para construir mecanismos de aceptación en la televisión, en video y ahora con la pandemia; el papel que tiene el rostro de los candidatos es fundamental.
En los debates, los especialistas procuran que los candidatos sean expresivos, logren transmitir su emoción a los votantes; pero también cuidan que las emociones negativas no los sorprendan. Recordemos que en los debates, lo más importante es dar confianza, mostrar liderazgo y poder. Así que no olvidemos sonreír.
Anna Laura Montiel