Tecnología

Microorganismos benéficos del suelo: alternativa sustentable

Las actividades humanas inducen la degradación del suelo provocando una disminución de la diversidad microbiana e influyendo en la sostenibilidad ambiental, social y económica. Durante décadas, se han implementado técnicas de cultivo consideradas de mayor producción mediante el uso de semillas híbridas, plaguicidas, herbicidas, fertilizantes y maquinaria, convirtiendo cada vez menos sustentables las prácticas agrícolas.

En contraste a estas prácticas convencionales, la agricultura de conservación con prácticas agronómicas adaptadas al cultivo y a las condiciones de cada región, surge como una estrategia para preservar los recursos naturales. Estas prácticas de cultivo consisten en una mínima perturbación mecánica del suelo, cobertura orgánica permanente y la rotación y asociación de cultivos; lo cual, protege al suelo de la degradación y mejoran su biodiversidad. La milpa es un policultivo que cumple con los principios de conservación.

En este sistema, los maíces nativos crecen asociados a frijol, calabaza, tomate, chile, árboles frutales y plantas silvestres, dependiendo de las tradiciones locales. La agrobiodiversidad generada en la milpa es la principal estrategia que los productores, muchos de ellos de subsistencia, utilizan para enfrentar la incidencia de plagas en sus cultivos. Las características de este sistema agrícola le permiten ser considerado una fuente abundante de microorganismos benéficos del suelo con capacidad de controlar a agentes patógenos. El uso de estos microorganismos como estrategia para el control de plagas, también llamado control biológico, representa una alternativa viable para la sustitución gradual de plaguicidas por sus efectos adversos a la salud y al medio ambiente.

En el estado de Hidalgo, los productores de maíz no están exentos de esta problemática y durante cada ciclo de cultivo se enfrentan a la incidencia de nuevas plagas, recurriendo al uso de plaguicidas para su control; como consecuencia, el deterioro paulatino de sus suelos ha sido inminente. Aunado a ello, la milpa como práctica agrícola de conservación que permite preservar una alta diversidad genética de especies nativas, ha ido disminuyendo; sin embargo, aún existe esta práctica en el Alto Mezquital.

En este sentido, en la Unidad Regional Hidalgo del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C., se ha realizado investigación para estudiar a los microorganismos benéficos que habitan en los suelos de estas milpas, con el objetivo de utilizarlos en estrategias de control biológico. Actualmente, se ha establecido vinculación con pequeños productores de maíz de los municipios de Santiago de Anaya y Cardonal, con quienes se han aplicado exitosamente estos microorganismo.

Estas acciones representan un avance para el manejo sustentable de los suelos agrícolas y contribuyen a la concientización de los productores para transitar hacia estrategias tecnológicas más benéficas.

Rosina Cabrera*

*Investigadora por México Conacyt-Unidad Regional Hidalgo


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