Los insectos son el grupo de organismos dominantes en número de individuos, especies y biomasa en el planeta. Por su abundancia y gran diversidad desde hace mucho tiempo son utilizados como alimento en diversas partes del mundo.
Actualmente su consumo es nombrado entomofagía, en donde se incluye la ingesta de insectos, arácnidos y artrópodos como alimento de humanos y animales. Practicándose en países desarrollados como una alternativa culinaria exótica o moda peculiar y en los países subdesarrollados como alimento para sobrevivir debido a la escasez de alimentos y desnutrición. Cerca de 2 mil millones de personas en el mundo los incluyen en su dieta. Es por ello que se ha determinado su valor nutricional, de forma general contienen mayor cantidad de proteína que la carne de res o de pollo, además presentan grasa, hierro, aminoácidos esenciales y otros nutrientes que son benéficos para nuestra salud y se piensa que, en un futuro, comer insectos formará parte de nuestra dieta, ya que estos se pueden obtener de forma sustentable.
Actualmente los consumidores buscan nuevos alimentos y que estos a parte de nutrir brinden beneficios en su cuerpo, por lo tanto, la industria alimentaria busca innovar alimentos enriquecidos con harina de insectos y ofrecer en el mercado una nueva alternativa de alimentos funcionales. Sin embargo, para lograr esto, el gran reto es concientizar a los consumidores sobre el beneficio de su ingesta y como se pueden integrar a su dieta.
México es el único país del mundo que consume unas 549 especies de insectos; más que China (200 especies). Tan solo el estado de Hidalgo cuenta con una gran diversidad de insectos comestibles entre los que destacan los xamues, saltamontes, jumiles, chicatanas, cuetlas, escamoles o huevo de hormiga, gusano rojo (chinicuil) y gusano blanco de maguey.
En el municipio de Santiago de Anaya Hgo., se realiza la muestra gastronómica considerada el encuentro más grande y antiguo de todos los festivales gastronómicos del país, en donde se congrega a más de un millar de cocineras tradicionales, quienes expresan su cultura y patrimonio inmaterial en múltiples recetas que proceden de herencias ancestrales, siendo su principal materia prima los insectos.
En la gastronomía estos pueden ser consumidos en su forma natural, ya que tienen un sabor agradable, sin embargo, ya cocinados son más deliciosos y pueden apreciarse mejor sus sabores; se preparan tostados, asados, en tacos, o en salsas.
Recientemente, estos manjares comenzaron a aparecer en menús de restaurantes, festivales étnicos y mercados donde han ganado popularidad entre los turistas urbanos de clase media y alta, y son demandados por los mercados extranjeros que los consideran como productos de alto valor comercial y alimentario. Aunque estos insectos se consumen por temporada no se han utilizado para elaborar otro tipo de alimentos que permitan aprovechar todas sus propiedades nutricionales y se generen beneficios a la salud de la población.
En conclusión, para que los insectos sean vistos como una alternativa alimentaria, es necesario crear cultura culinaria entomofágica; informar a los consumidores sobre el beneficio nutritivo de su consumo y como estos se pueden integrar a su dieta de manera innovadora o tradicional para aprovechar sus efectos positivos a la salud.
Jorge Álvarez Cervantes