Sé de muchísimas personas que solo están esperando al día 16, cuando al fin se estrene en nuestro país, después de muchos cambios de fecha, la película Tenet, de Chris Nolan. Claramente es un director que antes nunca hubiese celebrado un estreno doméstico (Estados Unidos) de 20 millones de dólares por una de sus cintas, pero ahora sin duda lo está haciendo, incluso tomando en cuenta que no ha tenido una sola cinta antes que no se pague sola en su primer fin de semana (a escala global) y que 20 millones son menos de 10 por ciento de lo que costó hacer este thriller de detectives que juega con las direcciones en las que puede correr el tiempo. Pero ese 10 por ciento, considerando que gran parte de las salas en EU siguen o cerradas o a 30 por ciento de su capacidad, dice mucho. Centenares de personas no alcanzaron boleto el fin de semana y me contaba una amiga que la vio este lunes, en una sala grande en Texas, que desde la mañana había movimiento.
Así que ahí la primera respuesta a la gran pregunta poscovid-19 en la era digital acelerada: los fans aún están dispuestos a ir a ver algo que realmente les emocione. Y sumando los otros 150 millones de dólares que la cinta recaudó en el mundo, la apuesta de Nolan está funcionando. Tal vez muchos no se iban a arriesgar a nada por Scooby Doo, pero hay ciertas películas, ciertos directores que aún queremos ver en la pantalla grande. Por eso peleó tanto Alfonso Cuarón, bajo otras circunstancias. Pero el hecho es que una gran inversión, como esta cinta, hace que hasta los fans con agorafobia salgan de sus casas. Una batalla que la pantalla grande debía ganar. Pero la guerra sigue.
Twitter:@susana.moscatel