Tuve una deliciosa plática con una de mis comediantes favoritas, ella es Wanda Sykes (Adventures of Old Christine y Monster in Law con Jane Fonda y Jennifer Lopez); lo cierto es que esta mujer donde más brilla, y eso que para casi siempre se roba las risas de cada escena, es cuando está sola en el escenario, como la gran standupera que es.
Ser una mujer afroamericana, lesbiana y casada con una mujer francesa blanca con quien tiene dos hijos, es un punto de partida para contarnos cosas desde una perspectiva que no tendríamos. Y cuando lo hace con el despiadado sentido del humor que le caracteriza, las carcajadas son enormes. Porque nos damos cuenta de que nosotros mismos podemos ser el motivo, muy justificado, del remate de los chistes. ¿Será que somos un poco racistas y no lo sabíamos? ¿Un poco ajenos a experiencias distintas? ¿Motivos de risa también? Voto porque después de reír examinemos eso.
Wanda me contó que el día que supo que se dedicaría a esto fue cuando alguien se puso borracho en una fiesta en casa de sus papás y lo acompañó al hospital cuando se golpeó la cabeza. Cuando los doctores le preguntaron a ella si podía decirles algo más sobre el hombre alcoholizado y terco, su respuesta – tenía como 12 años– fue: “Pues yo no lo dejaría cerca de una flama abierta”, lo que rompió de la risa a los doctores. Otro consejo a todos los comediantes es no permitir teléfonos cuando está haciendo su stand up en los clubes. Ahí se perfecciona un show y cualquier error, o frase, puede acabar una carrera. Estoy con ella.