Hay que decir que serán éste y el próximo domingo por la noche cuando se podrá hacer realmente historia en la televisión mundial; sí, así es, me refiero a los últimos dos capítulos de la serie de HBO Succession que, como muchos sabemos, vino a romperlo todo en lo que se refiere a la pantalla.
Como todos, yo también tengo amigos que parecen no conocerme bien y han tomado decisiones como silenciarme en las redes sociales, porque me ven demasiado emocionada con la gran historia que ha vivido la familia Logan; les prometo a ustedes lo mismo que a ellos:
Aunque eso sea verdad, les prometo una cosa, que no habrá ni un solo spoiler. Nunca. No lo leerán de mi.
Una vez dicho esto, debo mencionarles que es muy complicado que no se enteren de algo así de importante si pretenden navegar en cualquier forma de vida digital existente o esa otra forma de convivir tan anticuada llamada… ¿como era? ¡Ah! sí, ya recordé: vida social.
Para los que fueron de la banda que le costó trabajo clavarse con la primera temporada y dejaron la serie, créanme que los entiendo, me pasó igual.
Pero luego regresé con venganza empezando la temporada tres y no me han soltado.
¿Qué quiero decir con esto? Que aún tienen dos semanas para desaparecer del mundo y ver las cuatro temporadas iniciales antes de que todo acabe el domingo 28 de mayo.
Tal vez este consejo resulte una suerte de puro egoísmo personal, pero necesito más gente cerca que entienda porqué estamos pegando esos gritos y por qué nos va a salir una úlcera por tener que callar la trama.
Suerte novatos. El reto, espero decidan aceptarlo, será uno del que no saldrán iguales. Para bien, espero.
