Estaba empezando el siglo. Algunos dirán que faltaba un año, pero el caso es que era el 2000, mientras veía alguna comedia de situación con mi padre sonó el teléfono. Era mi adorado productor Morris Gilbert, a quien admiraba de años y con quien acabábamos de trabajar en la traducción del musical Rent.
“Te tengo una propuesta indecorosa”, me dijo con una risa. No sé por qué, pero en ese mismo momento supe que algo iba a llegar a nuestras vidas que las cambiaría, para bien, por siempre.
“¿Qué opinas de las vaginas?”, me dijo. “Estoy totalmente a favor –respondí con emoción–, yo tengo una que me cae muy bien”.
Obvio, siendo fanática de teatro sabía perfectamente de qué me estaba hablando. Los monólogos de la vagina, de Eve Ensler, ya era un fenómeno en Nueva York, la historia de esta activista que había entrevistado a todo tipo de mujeres con todo tipo de relación con su vagina, ya estaba haciendo historia, perturbando precisamente a quien quería perturbar y sobre todo dándole voz a historias que nunca la habían tenido. “Y si tu vagina hablara, ¿qué diría?”, pregunta el texto y las respuestas eran y son delirantes y bellas. Así es como, con mi mejor amigo Erick Merino, nos dimos a la tarea de traducir, y luego hacer un hermoso trabajo de mesa con el elenco original.
Es 2023, ayer se anunció que regresamos (de que me iba a subir a ese escenario, me iba a subir) para conmemorar 25 años (empezó en NY) del Día V, el movimiento de Un billón de pie y las 8 mil funciones aquí.
Por petición de Eve se agregó un texto sobre los feminicidios de Ciudad Juárez hace 23 años. Hoy, duele solo de pensar lo peor que estamos. El arte no puede cambiarlo todo, tener las conversaciones de esta manera nos permite que nunca se normalice esta constante tragedia. Vengan. Hay lágrimas pero más risas, y muchos gemidos. Los esperamos en el Nuevo Teatro Libanes, en febrero y marzo.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel