Terminó la primera edición de la CCXP en México y el balance, me parece, ha sido extraordinario.
Sí, hay varias cosas en las que se nota que es la primera vez, temas de organización y el hecho de que el talento que va a otros eventos de este tipo en Brasil o quizá San Diego suele ser más amplio. Pero quién vino, desde Sydney Sweeney hasta Eli Roth, o los directores y/o elenco de The Boys, Casa del dragón, Star Wars Acolyte o El planeta de los simios:Nuevo reino, tuvieron a los fans (y reporteros) felices.
La alianza entre Ocesa con los brasileños de Omelette, quienes son brillantes para este evento en São Paulo, es algo que tardó demasiado, porque está mandada a hacer esa unión. Y sí, el poder de convocatoria no solo para talentos, sino para sinergia comercial entre estudios, marcas, videojuegos e incluso medios que lograron a la primera es más que notable.
Sabemos que hubo negociaciones fuertes, hubo quien cabildeó para que no se le cobrara la presencia a los artistas independientes. Hicieron bien, el origen de estos eventos, que ya son monstruos de la cultura pop, es el cómic, la novela gráfica y el arte alrededor de ello.
Ya veremos en las próximas ediciones si el público se prende tanto como lo hacen en la CCXP de Brasil o en la Comic Con de San Diego, incluso la D23 de Disney. Vale la pena decir que estos “juegos” han sido oficialmente inaugurados en México y hay mucha emoción por ver a dónde lo llevan en un futuro. Una mención a los stands de Star Wars, Inside Out, Barbie o Nintendo, ¿cuál fue su favorito?