Casualmente dos días antes de los disturbios y asesinatos en el Capitolio de Estados Unidos terminé el libro que Mary Trump, sobrina de Donald, publicó el año pasado, tratando de explicar cómo es que funcionaba su familia extendida y cómo es que esa dinámica había “creado al monstruo”.
Admito que me impactó porque, según nos explica la hija del hermano mayor de Donald, el ¿aún presidente? de ese país siempre fue utilizado por su padre para ser el circo que acompañaba al negocio. Es una saga familiar fascinante y bastante triste, pero sin la menor duda un gran retrato desde adentro para saber cómo nace un sociópata y el por qué la ilusión de poder es a veces más eficaz que el poder mismo.
Mary no solo vivió muy de cerca el desprecio con el que su abuelo Fred Trump, el padre de los cinco retoños, trató a su familia cuando sentía que no le eran de utilidad para el negocio. También vivió el desamparo familiar debido a que su padre tuvo el terrible tino de morir joven y sin dinero. Pero hay otra cosa muy importante en esta historia que narra el libro Siempre demasiado y nunca suficiente, Mary es también psicóloga y especialista en comportamiento humano. Y el retrato que pinta de su tío es tan patético, que solo su situación actual podría hacerle justicia. Pero por el otro lado es tan aterrador, porque deja claro como alguien que actúa como si tuviera la verdad, la razón y el dinero de su lado, es capaz de mover a miles de personas hacia la violencia.
El tema es que para entender un poco más de cómo es posible que un personaje así haya llegado tan lejos es una gran lectura. Pero por el otro lado, también da miedo, mucho miedo, saber todo esto y ver cómo millones de personas siguen defendiendo lo indefendible.
Twitter: @susana.moscatel
