Sergio Villegas y Mariana Garza veían la increíble alfombra roja montada afuera del teatro Ángela Peralta en una zona abierta de Polanco. Los dos sonrientes, emocionados y debo decirlo, hasta un poco incrédulos de lo que habían hecho. Estábamos en el preshow de esta tercera entrega de lo mejor del teatro, aunque parecía que este día iba a ser imposible. Lo cierto es que antes de la pandemia, cada ceremonia se logró, y se logró muy bien, solo gracias a la comunidad teatral y su generosidad. Por supuesto, el hecho de tener patrocinadores fue fundamental, porque, como bien se dijo, durante la ceremonia, los distintos gobiernos que han hecho promesas de apoyar este esfuerzo hermoso de crear industria e incentivar al turismo, pero a la mera hora no lo hicieron. Antes de la pandemia, después… bueno, ya saben cómo va eso.
Sergio, quien es uno de nuestros grandes talentos (entre muchas cosas más) en escenografía es de esos soñadores que, nos contaba Mariana en la entrevista previa a la ceremonia, hace siete años se preguntó un simple: “¿Por qué no?”. Muchos le dieron muchas respuestas a esa pregunta, pero se quedó con el sí. Sí. Sin freno. Y así fue como nos encontramos todos otra vez.
No tengo la menor duda que este evento ha sido hasta el momento, uno de los más emotivos y con más cosas importantes que decir y lograr después de la pandemia. Ya lo era antes, pero se podrán imaginar lo que es celebrar al teatro que muchos juraban que estaba en riesgo de muerte. Falta mucho por hacer, pero hoy toca decir felicidades a todos, el teatro sigue siendo un destino maravilloso: ya sea como tema turístico o travesía emocional de los que lo vivimos plenamente.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel