1. Espero que con esto terminemos con el martirio que ha sido el camino de Emilia Pérez, aunque creo que nunca podré borrar de mi mente la cara de Elton John y Mick Jagger cuando Camille, parte del dueto de compositores de esa película, decidió interpretar su “obra maestra” al recibir la estatuilla.
2. Bob Dylan no fue a recoger su premio Nobel. ¿De verdad creían que iría a premiar la cinta Emilia Pérez?
3. Cuando el director de Flow, Gints Zilbalodis, dijo que también le dedicaba el Oscar a sus perros y gatos, lo comenzamos a amar un poquito más.
4. Los aplausos en la sala de prensa cuando ganó la cinta Aún estoy aquí mostraron que había muchos brasileños en el lugar o que la Academia entró en razón respecto a lo que es una buena película en idioma extranjero o una buena película. Punto.
5. Peter Straughan, quien ganó por Mejor guion adaptado, respondió duro a un reportero que le cuestionó sobre la salud del Papa: “Es de mal gusto hablar de eso en un contexto de celebración como este”. Ouch.
6. Kieran Culkin hizo el discurso más divertido de la noche al contar que su esposa le prometió el año pasado un cuarto hijo si un día ganaba el Oscar.
7. Que Mikey Madison (Anora) ganara ante Demi Moore es la misma premisa que la de La sustancia, excepto que Mikey también lo merecía y Demi ya ganó de todos modos.
8. Conan O’Brien hizo casi lo imposible: complacer a casi todos, con excepción de Drake y Karla Sofía Gascón.
9. No solo los mexicanos nos indignamos y comentamos la ausencia de Silvia Pinal en el segmento In Memoriam. Varios compañeros de Europa y América Latina mostraron sorpresa y molestia ante semejante omisión.
10. ¡Microsismo! Menos de una hora después de la ceremonia, cuando empezaban a llenarse las fiestas, se sintió un sismo de 3.9 grados con epicentro en Hollywood. Literal, acabamos el Oscar con una total sacudida.
