Política

Bruja de Agua

El alma se desgaja con nuestras lágrimas. Somos agua, algunos recuerdos, huesos. Para mí la tristeza no es un sentimiento terrible. La tristeza es un lugar en el que me siento cómoda, me permite disfrutar múltiples nostalgias que ni siquiera me pertenecen. La tristeza es inapropiable. La tristeza lame las heridas de mi corazón. Cumbres de Maltrata, colonia Narvarte, calle fantasmal e inagotable. Estoy en Luvina, un pequeño bar vegano que abrió hace 6 meses, el aire es negro, sitio oscuro, sus bordes se iluminan con ténues lámparas de carrizo, aquí podemos acompañar nuestras tristezas con espíritus milenarios encerrados en botellas. Martha compartió conmigo su lugar secreto de gin, hablamos del amor sanitizado del siglo XXI, parece que nadie recibe daño colateral, se auto-engañan, regular emociones es como si intentaras atrapar aire en tu mano. Aquí bebí mi primera Bruja de Agua acento #2, una ginebra mexicana hecha en el taller de Astrafilia, ubicado al norte de la ciudad, en la frontera con Tlatelolco. Ingrid Solís, gerente de ventas me ha invitado a probar los 4 acentos: floral, cítrico, especiado y receta original, también tienen un sirope de quina estilo siglo XIX para preparar agua quinada, corteza de cinchona roja y amarilla, cortezas de naranja, enebro, cilantro, cardamomo, manzanilla, zacate limón, cedrón, miel, el olor/sabor es excitante. “La lluvia es capaz de cambiar el sabor de una hierba, flor, planta, algo que crece en la oscuridad no sabe igual que algo expuesto al aire, agua, luz”, afirma Andrés Isunza, el tercer brujo de este proyecto.

Destilado con maíz criollo chamula de los altos chiapanecos, cada acento de Bruja de Agua está elaborado con más de 30 botánicos en su fórmula base, llegaron a destilar más de 60 acentos. Granja Tequio (Atlixco, Puebla), un sitio dedicado a la permacultura: uso equitativo, ético y sustentable de la tierra, crea territorios en los que todo crece a su ritmo natural, sin forzarlo, es un importante aliado para ellos, se relacionan directamente con las personas que ayudan a crecer los botánicos, les interesa crear espíritus de ginebra que también se maceran a su tiempo, sin prisa, la alquimia requiere de paciencia, les interesa regenerar el suelo. “Bruja de Agua es un homenaje a esas mujeres brujas, a las parteras, a las mujeres mágicas, bebemos espíritus, no se trata de producir gin o plantas por producir, nos importa la recomposición orgánica”, me dice Misha, la encargada de comunicación del proyecto. Los suelos sanos y libres producen plantas con las mismas características, nuestro país está plagado de suelos envenenados, eso es lo que comemos/bebemos: veneno.

El melancólico renuncia todo el tiempo. Somos como huesos secos cuyo sonido es el de una navaja afilando piedras existenciales. La belleza de la melancolía no puede apreciarla cualquier ser. Se necesita vivir muy dentro e ignorar la necedad de un exterior plagado de ilusiones vanas y estúpidas. Adiós Tanqueray

Susana Iglesias*

* Escritora. Autora de la novela Señorita Vodka (Tusquets)

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Susana Iglesias
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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