Política

Los tentáculos del narcomenudeo

  • Seguridad ciudadana
  • Los tentáculos del narcomenudeo
  • Sophia Huett

En la incidencia de los delitos del fuero común, del año 2015 al 2020 hay un incremento del 136% en el número de carpetas iniciadas por el delito de narcomenudeo: de 32 mil 298 carpetas iniciadas hace más de cinco años, el año pasado cerró con 76 mil 741.

Son 44 mil casos más.

A diferencia de los delitos de robo de vehículo o casa habitación, fraude y otros tantos más del catálogo, no es común que en el caso del narcomenudeo sea el ciudadano quien dé pie al inicio de una carpeta de investigación; es la autoridad que con el aseguramiento o detención de personas en posesión de drogas, sienta el precedente para la persecución de este delito.

Mientras que en el 2015 el narcomenudeo representaba el 1.95% del total de delitos del fuero común, para el año 2020 aumentó al 4%.

Este incremento puede significar dos cosas: una autoridad que detiene, debilita y está por terminar con la venta de droga o bien, que la autoridad detiene y detiene y el delito en lugar de disminuir, crece.

Siempre ha sido complicado saber cuánta droga se transporta por el territorio mexicano y cuánta se comercializa en sus calles; sin embargo, las cifras de aseguramientos nos permitían tener (en el pasado, dado que estas cifras ya no son públicas) parámetros sobre el trabajo institucional y alguna idea de cuál y cuánta droga había en circulación.

Por lo que a “ojo de buen cubero”, de acuerdo a lo que se ve, se dice y se atiende, hoy el narcomenudeo es un delito que aunque la autoridad realice acciones constantes, con más carpetas de investigación iniciadas, está muy lejos de terminar.

Posiblemente sea el momento en la historia de nuestro país, cuando más droga circula y se consume.

El problema no es por sí mismo el narcomenudeo, entendido como la mera venta de droga, sino los delitos violentos que a su alrededor se generan, como el homicidio y las lesiones.

Estamos en un escenario donde hay una autoridad local, principalmente municipal, luchando contra el monstruo del narcotráfico representado por los tentáculos del narcomenudeo, que cortándolos, vuelven a brotar si no se elimina al cerebro.

Es una realidad complicada y poco alentadora: policías locales identificados, amenazados y asesinados por la delincuencia organizada, instituciones que ponen a disposición dosis aseguradas (quitarle un pelo a un gato persa) en un cuento de nunca acabar y una ciudadanía que pierde espacios ante la presencia de tienditas que ante la presencia institucional, cierran un rato la cortina o se cambia de esquina.

Así como probablemente nos encontremos en el punto más alto de consumo de drogas en México, es el momento más complicado para la seguridad y violencia para las autoridades locales en su historia.

Para atender y solucionar con capacidades propias esta situación extraordinaria y en evolución delincuencia, se requieren acciones institucionales extraordinarias y de evolución policial.

Es posible, pero es necesario abordarlo con voluntad y especialmente con inteligencia, en todos los sentidos.


Sophia Huett

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.