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Ellas, las malas

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  • Sophia Huett

En México, las mujeres representan más el 51% de la población “libre”. En contraste, del total de la población carcelaria, ocupan el 5% de los espacios.

De acuerdo al “Diagnóstico sobre la incidencia de los delitos cometidos por mujeres privadas de su libertad, procesadas y sentenciadas”, publicado por la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, fueron sentenciadas principalmente por su participación en delitos relacionados con el incumplimiento a su rol social: falta de cuidado a menores, maltrato infantil, infanticidio, robo en menor escala, falsificación de documentos y malversación de fondos.

En menor medida, se trata de casos de mujeres que participaron en delitos de secuestro, extorsión y contra la salud.

¿Cuáles son las causas por las que las mujeres participan en un delito? Entre dichas causas se señala a la violencia de género como nexo causal para el hecho delictivo; se suman problemas de adicciones o alcoholismo, que en su ambiente o familia existan personas con actividad delictiva, que sus parejas las involucren o que inclusive se echen la culpa para proteger a algún familiar o a su pareja.

Cuando se trata de su participación en delitos contra la salud, tradicionalmente las mujeres son acusadas de posesión, venta o transportación de droga. Se enganchan porque tienen una necesidad económica o dependencia afectiva, o bien son mujeres que encubren a su pareja o hijos.

En el caso de los robos, el diagnóstico refiere que se trata de una participación en hurtos en pequeña escala en centros comerciales, ya sea para cubrir una necesidad familiar o para sustraer productos específicos.. Si el robo es cometido como parte de una organización delictiva, la mujer en ocasiones es colocada como “anzuelo” y lo más probable es que reciba un pago menor que al de sus compañeros.

Al hablar de secuestro, la participación femenina se refiere principalmente a realizar actividades de cuidado, alimentación o limpieza. Aunque ella no es quien somete a la víctima, penalmente tiene la misma implicación en el delito y probablemente, la misma pena que los captores.

En el fuero común, la mayor participación de las mujeres ocurre en los delitos de lesiones, robo, daño, despojo, fraude y homicidio. La edad más común para este sector es de 20 a 34 años de edad. En el caso de delitos del fuero federal, los más comunes para el género femenino son aquellos relacionados con narcóticos, los previstos en la Ley Federal de Armas de Fuego y el Código Fiscal, Uso de documentos falsos y robo.

Más allá de los datos vertidos, entender los factores que influyen para que una persona decida o acepte delinquir, enriquece las soluciones para disminuir, contener y erradicar el delito. Ello sin mencionar que los roles de género, también se reproducen en los escenarios delincuenciales.

Los delincuentes son hombres “Robin Hood”… las mujeres delincuentes son mujeres “malas”, que delinquen por problemas emocionales, sexuales y hasta por el síndrome menstrual. No es una afirmación propia, sino la creencia común.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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