Política

Cambiar la conversación

  • Seguridad ciudadana
  • Cambiar la conversación
  • Sophia Huett

Tengo la fortuna de participar en varias mesas ciudadanas de seguridad.

La primera vez que las conocí fue allá por el año 2008 en Ciudad Juárez, cuando se realizó una intervención integral para recuperar condiciones de seguridad y disminuir la violencia, con la participación e incluso liderazgo indispensable de la sociedad.

He tenido la oportunidad de ver cómo evolucionan algunos de estos ejercicios, que iniciaron con ciudadanos desconfiados y enojados con la sociedad y que hoy podemos decir que es claro que forman parte del mismo equipo y con la misma meta.

Hace unos días, en alguna de estas mesas ciudadanas, pasó algo que será siempre deseable: la conversación cambió.

Ya no fue la pregunta a la autoridad, el cuestionamiento sobre una cifra o un evento… la conversación se orientó hacia una reflexión ciudadana sobre qué es lo que había llevado a esa ciudad a vivir condiciones de inseguridad y violencia.

Se habló de una sociedad que ha dejado de verse a sí misma, de padres de familia que han privilegiado el trabajo y no tienen tiempo de atender a los hijos e hijas, de la necesidad que hay de volver a los valores desde distintos frentes en una acción común y de que para lograr una paz duradera, no bastan las acciones policiales.

Es decir, se dejó a la Policía, como institución, fuera de la ecuación. Se habló de participación ciudadana organizada para recuperar terreno en la convivencia social y la reconciliación, para contener, revertir y prevenir el avance de la descomposición social.

Fue un momento en el que la Policía quedó como un accesorio, en el mejor de los sentidos. Como una herramienta para atender problemáticas específicas, pero no como la solución en sí misma.

Se habló de que nunca habría dinero y Policía suficiente, si a la par, no se trabaja desde lo social, con un sentido fidedigno y con real compromiso.

Y ello fue gratificante. Y sin duda, resultado de un aprendizaje doloroso.

Es momento de abrir los ojos, de comprender que las acciones policiales y de seguridad contienen y previenen el delito, pero no la descomposición social. Que las autoridades a las que se les cuestiona pueden cambiar tres años o incluso menos, pero que el verdadero cuestionamiento tiene que venir al interior de la propia sociedad y ahí cabemos todas y todos, con o sin cargo.

Ojalá haya más espacios y momentos en los que se presente este momento de claridad.

Sophia Huett

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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