Del 10 al 30 de junio, Tamaulipas recibió en sus playas 500 mil turistas, y existe la expectativa de alcanzar 1.5 millones en lo que queda del mes de agosto, con una derrama económica que ya supera los 400 millones de pesos.
Mientras esto sucede, la Secretaría de Salud informa que el 25% de la población del estado cuenta con el esquema de vacunación completo, pero también que la ocupación hospitalaria en los hospitales del IMSS alcanza el 52%.
A nivel federal se ha anunciado una nueva reconversión hospitalaria para que las camas que fueron utilizadas para atender el covid, vuelvan a estar disponibles para ese fin.
Estamos entre la necesidad urgente de reactivar la economía y la tercera ola de contagios, lo cierto es que por más que se diga, lamentablemente todavía siguen siendo en buena medida incompatibles el desarrollo económico y la preservación de la salud.
Sinaloa está en semáforo rojo; Tamaulipas, junto con otras 12 entidades, en semáforo naranja, aunque ya no vemos tanta diferencia en la calle cuando cambian los colores.
Es un momento crucial y el tema sigue pasando por la vacunación. El subsecretario Hugo López-Gatell ha mostrado que el 97% de las hospitalizaciones corresponden a personas que no tenían la vacuna; lo ideal sería esperar que la vacunación siguiera llegando a más personas, pero en muchos hogares la economía no aguanta más.
El no haber implementado políticas públicas eficaces para las personas que perdieron su empleo o que tuvieron que cerrar su micro o pequeño negocio, nos está costando vidas.
México vive su tercera oleada de contagios a días de que se reanuden las clases, y el mensaje es que la vida tiene que seguir y que el riesgo es ineludible pero, sea cual sea la circunstancia, hay que procurar extremar los cuidados.
Un cierre total de las actividades sería mucho peor que mantenerlas abiertas con un porcentaje menor de afluencia. Estamos en vísperas del regreso a clases; esta afluencia a las playas se da a días de que las niñas, niños y jóvenes retornen a las aulas.
Me queda claro que, frente a los niveles de acceso a internet de la población, urge el regreso pero que peligroso suena, aun y cuando no se iniciará en los municipios grandes. _